Imagen de perfilUN BUEN CAMINO

Rosalía Guerrero Jordán 

En mi casa nunca se le dio valor a la educación. Quizás por eso me escondía en el callejón detrás de la chabola a leer los libros de la biblioteca escolar.
Cuando crecí y manifesté mi deseo de ir a la universidad a mi familia le pareció demasiado innovador: una buena mujer debe casarse y tener hijos. De poco sirvió explicarles que me habían concedido una beca, y que ése un buen camino para alcanzar la equidad de nuestro pueblo con los payos.
Y aunque mis padres tardaron un tiempo en comprenderlo, hoy se muestran orgullosos al decir que su hija es la primera catedrática de derecho penal gitana de España

 

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