La economía verde
JUAN PEDRO AGÜERA ORTEGADejó los documentos sobre la mesa y se acercó a la ventana. La brisa marina se adentró en sus orificios nasales, evocándole recuerdos de la infancia. El embrujo se evaporó cuando el fétido tufillo del Mar Menor sustituyó la aromática corriente. Cerró la ventana y reanudó el estudio del caso. Los ecologistas demandaban a sus representados, la Confederación de Regantes, por atentado medioambiental. Empecinados en la conservación del ecosistema, buscaban promover el futuro del Campo de Cartagena basándose en un cambio de modelo: la economía verde.
Por paradójico que pareciera, sus clientes llevaban años tergiversando ese término hasta convertirlo en sinónimo de riqueza: la generada por las toneladas de hortalizas que producían anualmente.
Revisó la demanda y sonrió complacido: carecía de fundamento. Básicamente, los acusaban de abonar y regar los campos. Ningún juez estimaría algo tan grotesco, por mucho que justificasen su contribución al implacable deterioro de la laguna salada.
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Inauguro tu casillero de votos. Me ha gustado mucho tu historia. El dilema planteado y el posible resultado. Mi voto y enhorabuena.
Muchas gracias! El equilibrio entre economía y ecología es demasiado precario todavía. Es uno de los retos que nos quedan por delante.
Saludos
Como abogado, tan apasionante me resulta la defensa de los ecologistas como los de la Confederación de Regantes. Sin duda, una disyuntiva muy interesante que abordas con gran tino y brillantez. Enhorabuena, mi voto y un saludo
Muchas gracias por el comentario y el voto. Sin duda, el dilema que se presenta es complejo. Saludos
El Mar Menor es un claro ejemplo de lo difícil que puede llegar a ser compaginar el respeto al medio ambiente con la legítima explotación del mismo para la subsistencia. En algún lugar debe de haber un término medio. A la naturaleza le vendría muy bien que el hombre, sus circunstancias y necesidades desaparecieran, pero las mismas persisten. Los ecologistas tienen razón y los regantes tienen argumentos de peso.
Imaginación, tecnología, cooperación y buena voluntad, todo ello aunado podría desembocar en una solución de coexistencia. Mientras, tu abogado ha de cumplir con su obligación.
Un relato actual y muy realista.
Un saludo y suerte, Juan Pedro
Muchísimas gracias, sería genial que llegásemos a ese acuerdo de cooperación y respeto por el medio ambiente. Por desgracia, creo que aún nos queda mucho por recorrer…
Saludos
Mi voto murciano para el pobre y abandonado Mar Menor. Suerte, Juan Pedro!
Muchísimas gracias. Ojalá vuelva a ser lo que era…