El retorno
JUAN PEDRO AGÜERA ORTEGAEl olor a lavanda inunda la estancia. Desde la ventana, veo a mis hijos corretear por el prado. Madre les regaña, como si fuesen sus hijos. Me recuerda cuando me obligaba a estudiar y me decía que me convirtiese en un buen abogado. Siempre fue una mujer de hierro.
El sonido del correo electrónico me devuelve a la realidad. El retorno al pueblo me obliga a estar conectado de forma permanente. Teletrabajo lo llaman, el nuevo eufemismo de la esclavitud.
El bufete exige formular el caso desde otra perspectiva. Los hermanos han rechazado los pactos y vamos a juicio. Quieren incapacitar a su madre por demencia senil, pero nuestro cliente se niega. No acepta que sus hermanos la encierren en una residencia y dilapiden su herencia. Redacto la nueva estrategia mientras madre, desde la puerta, me pregunta otra vez quién soy y, con una sonrisa, la ayudo a recordarme.