Vuelva usted mañana
Ignacio Muñoz PalaciosHace semanas que intento finalizar un procedimiento, pero la burocracia me tiene atrapado. Ayer pasé la mañana en el juzgado. Al entrar, con una carpeta llena de documentos bajo el brazo, un estornudo resonó en la sala. “Salud”, murmuré, aunque nadie pareció notar mi presencia. Todo avanzaba tan lentamente, como si el tiempo en el juzgado se moviera a un ritmo distinto.
Esperaba poder certificar la copia de un documento. Algo sencillo, o eso creía. Después de esperar más de una hora para poder ser atendido por el LAJ, me informan que, tras la reunión que estaba manteniendo, se había tenido que marchar.
Salí de allí bajo el amparo de una vaga esperanza de que, tal vez mañana, las cosas se resolverían. Pero no pude evitar pensar: ¿cómo es posible que todo esté tan atascado? A la mañana siguiente, volví al juzgado… y vuelta a empezar.