Un ciudadano cualquiera
Miguel Ángel Moreno Cañizares Llevo más de cuarenta minutos visitando despachos. Cuando la secretaria del abogado me comunicó que debía personarme en el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo, no imaginaba que me enfrentaría a semejante odisea. “Aquí no es, vaya a la planta de abajo”. “Se ha equivocado, debe ser en la quinta”. Y así sucesivamente. Está a prueba mi paciencia. Uno tiene sus derechos y no debe verse sometido a estos agravios. Lo dice bien claro la Constitución.
Sudo a chorros de tanto subir y bajar escaleras. Por cierto, se me ha olvidado a lo que venía. A ver que revise el papel: Diligencia de ordenación para la comparecencia apud-acta. Cómo viene del latín, la ciudadanía no está enterada de esto, supongo.
Por fin doy con el lugar. Planta 4. Una señora entrada en años de exquisita amabilidad me extiende el escrito. Salgo a la calle. “Feliz aniversario”, reza el cartel de enfrente. Hecho.
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Saludos a la señora de «exquisita amabilidad» . Y un voto para tí. Suerte
This is an important link watch to me. I, like many others, saw it on the big screen in Interstellar in 2014 and was taken by the integration of a watch into the story. The Murph is so key that the plot simply can’t conclude in that movie without it.