Carta a don Anselmo .
Alejandra Rusell GiráldezMamá decía que los monstruos no existían, que no había riesgo porque sólo estaban en la imaginación de las personas que los pensaban.
Mi monstruo vivía en el cole, tenía las manos manchadas de tiza y se sabía el nombre de todos los ríos del mundo. Su aliento era agrio como las naranjas podridas. Siempre sonreía pero era malo. Halagaba el tejido de mis braguitas cuando los demás iban al patio y yo tenía que quedarme «repasando».
Ahora mamá va a un psicólogo para preservar su salud mental porque dice que el dolor nunca prescribe . Yo, gracias a ti , voy a mi nuevo colegio con paso firme y sin miedo. Porque eres un superhéroe visible que vas con capa negra y haces magia con las palabras para meter entre rejas a los monstruos.
Gracias.
Firmado: Maruxa.
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Dura historia la que cuentas, Alejandra, pero de gran sutileza y magnífico final. Mi voto y suerte.
Gracias por tu comentario. Un abrazo.
Me ha encantado la historia aunque su transfondo es muy duro. Suerte y mi voto.
Gracias Manuel me alegro te haya gustado. Un abrazo.
Describes muy bien a este tipo de criminales como monstruos. Afortunadamente todavía quedan superhéroes como don Anselmo. No rotundo al maltrato y al abuso. Un saludo.
Muchas gracias por tus palabras. Saludos.
Un relato tan crudo como brillante. Enhorabuena, mi voto y un saludo
Muchísimas gracias por tu comentario y por tu voto. Un abrazo.
Los monstruos de la imaginación pueden llegar a ser simpáticos; los reales, con una apariencia normal, son los peores, porque existen, actúan, no tienen escrúpulos, son egoístas en extremo y hacen un daño que es difícil de medir y superar, en este caso a una hija y a su madre. Luchar contra esa lacra con todos los medios, dentro de la legalidad, es una tarea tan necesaria como loable.
Un relato en género epistolar y bajo el punto de vista de una pequeña, cuya inocencia hay que desear que no se haya malogrado antes de tiempo.
Un saludo, Alejandra
Suerte
Gracias Ángel por leerme y comentar con tanto arte. Un saludo.
Magnífico micro que casi acaricia una realidad demasiado frecuente sin estridencias pero con mucho calado. Mi enhorabuena y mi voto.
Gracias por tu comentario. Un abrazo
Muy duro relato, sin ambages, enhorabuena!
Muchas gracias Manuel. Un abrazo
Un relato muy bien escrito, Alejandra. No hace falta dar detalles para que la historia quede clara y cristalina. Me ha emocionado el final.
Suerte y mi voto.
Gracias por tus generosas palabras Ana. Un abrazo.
Has tratado un tema delicado con gran sutileza desde la inocencia de una niña.
Enhorabuena, Alejandra. Mucha suerte.
Besos apretados.
Pilar, gracias por leer y comentar mi relato. Besitos apretados para ti también .
Has tratado un tema delicado con gran sutileza desde la inocencia de una niña.
Enhorabuena, Alejandra. Mucha suerte.
Besos apretados.
¡Que carta más bien escrita!
Me alegro te haya gustado. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo
Intensa historia Alejandra, muy bien resumida y al mismo tiempo tan competa. Enhorabuena y suerte con el relato. Tienes mi voto y un saludo.
Muchas gracias José Manuel . Un abrazo.
Justicia que nunca repara del todo el daño causado.
Muy bueno.
Mi voto con un abrazo.
Uff. Y pensar que los monstruos, como el diablo, en palabras del personaje de Tomás Moro en “ A Man for All Seasons”, también merecen el amparo de la Ley…
Mi voto, Alejandra.
Gracias por tu comentario. Un abrazo
Como dice Maruxa los monstruos «haberlos haylos» disfrazados de gente normal, tienen cualquier color, clase social y profesión y se camuflan con mucha facilidad . Pero también existe gente buena y profesional que ayuda con todas sus fuerzas a ponerlos entre rejas.