CHICA NUEVA EN LA OFICINA
JUAN ANTONIO TRILLO LÓPEZEn la puerta de su despacho podía leerse: Enrique Sánchez Director del Servicio Jurídico, pero para llegar hasta ahí tuvo que preservar ese gran secreto que desde pequeño le había hecho sentirse un bicho raro y sufrir una tremenda angustia. No obstante había logrado conquistar la cúspide del banco y decidió que ya había llegado el momento de dar ese paso que tanto anhelaba. Su familia y amigos le dieron el empujoncito que necesitaba aunque era consciente del enorme riesgo que corría al hacer visible sus verdaderos sentimientos.
Regresó a la oficina tras un mes de ausencia luciendo un elegante traje negro de fino tejido que realzaba su esbelta figura, sus compañeros rompieron en una espontánea ovación que le llegó al alma pero cuando se emocionó de verdad fue al leer el nuevo rótulo que ahora presidía su despacho: Verónica Sánchez Directora del Servicio Jurídico.
Siempre soñó con ser Verónica.
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Cada cual debe ser fiel a su auténtica naturaleza, sea cual sea. Llegar a un alto puesto directivo requiere talento, suerte, tiempo y dedicación, seguro que es algo muy meritorio en la mayoría de los casos, pero no menos que asumir con todas las consecuencias la personalidad verdadera, que no debería de ocultarse por vergüenza. El reconocimiento y apoyo del entorno más próximo de tu personaje dice mucho y bien de esas personas.
Un relato que contribuye al necesario cambio de mentalidad que todos deberíamos de intentar afrontar. El título, recuerda, al menos para los que ya tenemos una edad, una cancioncilla muy pegadiza de un anuncio de colonia: «Farala».
Un saludo y suerte, Juan Antonio