Toca descansar
Juan Antonio Suárez MerinoHoy, ya por fin, toca descansar. He pasado durante estos diez años por muchas manos. Siempre me han considerado alguien muy «especial». Antes de meterme en esta caja donde me encuentro, me han hecho una reforma total. Era un adefesio y ahora estoy limpio y presentable. Con las hojas en su sitio, cerrado, junto a otros de mi especie, en un lugar callado y oscuro, sin abogados que maltraten mis páginas o sin la barbarie de algunos funcionarios de tirarme en cualquier sitio o de descoser mis grapas sin pudor, porque, aunque no lo crean, los expedientes (más conocidos como «causas») tenemos vida. Por nombre, un número y de apellido el año en que nos crean. Desde que nacemos, con el acetato que cubre la carpetilla, hasta finalizar con la famosa cláusula de»diligencia de archivo». Probablemente sea recordado o no, pero ya para siempre quedaré, silencioso y cubierto de polvo.
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He intentado como siempre ser original y tocar un tema poco manido. Espero que os guste
Original relato, Juan Antonio. La verdad es que nunca he leído una historia sobre un expediente, jaja, y ya llevo bastantes años siguiendo el concurso. Buena suerte. Mi voto lo dejo grapado en su portada.