DURMIENDO CON SU ENEMIGO
FELIPE APARICIO HERNÁNTras años enclaustrado, como si estudiar Derecho y ejercer la abogacía hubiesen sido una cárcel tras delinquir, Sergio vio la luz al final del túnel. En loor de multitudes, se cumplía el 25 aniversario de su graduación. Con todos los honores, fue el primero de su promoción.
Lejos de los formalismos de este tipo de eventos, hubo reencuentros y risas con viejos colegas de pupitre, mus y biblioteca. Incluso baile, meneando las caderas (alguna ya de metal), con escarcha en el pelo y sin parar de cotejar recuerdos melancólicos. Ya saben, cualquier tiempo pasado fue mejor. Sergio lo disfrutó. Y nadie le miraba como un bicho raro.
Al día siguiente, amaneció con una sensación, inquietante, pero habitual. Resaca de infelicidad. El espejo no engañaba. Atado a una cama, los fantasmas de la salud mental de Sergio habían aparecido de nuevo. Y el psiquiátrico volvió a tener a su “catedrático” legal.
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Genial, bien escrito y muy original
Muchas gracias por tus palabras, Fernando. A veces nuestro peor «enemigo» somos nosotros mismos. Un abrazo.
Final inesperado. ¡Me ha gustado mucho!
Muchas gracias Mar, espero que todo bien. Un fuerte abrazo.
Se escribe “en olor de multitudes”.
https://www.fundeu.es/recomendacion/en-loor-de-en-olor-de-multitud/
Gracias por tu comentario, Fernando (disculpa, Manuel, la foto me confundió). Como bien indica la Fundéu y, por ende, el Diccionario panhispánico de dudas, es sólo (con tilde, por supuesto) una recomendación, no una obligación, utilizar «olor» en lugar de «loor». Te invito a que te des un «olor» de multitudes escribiendo tu próximo microrrelato en este sentido. Un cordial saludo.
La locura es un pequeño recurso para grandes escritores, que hacen que un pequeño relato sea grande, como éste… Felicidades, Felipe, me gusta mucho… Ya está votado. Un saludo.
Muchísimas gracias por tus palabras, Francisco Javier. Tienes buena «pluma» hasta para felicitar. Bendita locura la de escribir. Un abrazo.