Coartada
María MaríaDesde aquel viejo cuchitril al que Martínez se empeñaba en llamar despacho, a tan altas horas, podían oírse las molestas campanadas del reloj de la vecina, el griterío de unos borrachuzos deambulantes y la música de un bajo de obra vista donde se celebraba un aniversario.
Incesante y ajeno al exterior, no desistía en hallar una pista entre los cientos de fotos y anotaciones que ilustraban el panel de corcho. No aceptaba el sobreseimiento. Para nada cuestión de orgullo, de eso ya no le quedaba. Era intuición. Olfato de buen sabueso. Necesitaba algo para reabrir el caso y poder acusar con pruebas fehacientes.
Y ahí estaba. Justo ahí. En la esquina de una imagen de la fiesta donde tuvo lugar el crimen la noche de autos. Esos pies, esos zapatos de punta plateada con iniciales grabadas, eran del exculpado.
– Estuviste allí cabrón. Lo sabía. A la mierda tu coartada.
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A veces, la persistencia nos hace cómplices de sorprendentes revelaciones que habían permanecido involuntariamente ocultas a nuestros ojos. Tu protagonista no arrojó nunca la toalla y aun con el caso cerrado prosiguió investigando, esa es la actitud. Me gustan esos pequeños detalles descriptivos como aquellos zapatos de punta plateada con iniciales grabadas. Buen relato, María. Suerte con tu micro y un abrazo.
¡Muchísimas gracias! Nunca se ha dado por vencido, aun con el caso cerrado apostó por su instinto. ¡Gracias por su comentario!
Resulta fácil visualizar a Martínez en su cuchitril, aferrado a su empeño, que viene a ser su vocación de justicia. Muy bien escrito. Enhorabuena, mi voto y un saludo
¡Gracias!
Ya lo dice el refrán, quien la sigue, la consigue. Enhorabuena, María, mi voto y un saludo.
Gracias Aurora, un honor recibir tu voto y tus palabras. Así es, el que la sigue… o eso dicen!
Relato de serie negra que sabe mantener el misterio y la tensión narrativa.
Felicidades.
Muchas gracias Davis por tu amable comentario.
Una historia del más puro género negro. Me encantaría pensar que ese abogado/detective incansable tendrá éxito con la reapertura del caso para poder condenar al culpable, aunque me temo que quedaría pendiente todo un largo camino de litigio por recorrer hasta que el propietario de esas botas marcadas con sus iniciales acabara en la cárcel. Mi voto, mucha suerte y enhorabuena!!.
Muchas gracias Juan Manuel Chica por su amable respuesta. Y muy agradecida por su voto