Toma nota
Laura Sotelo 
He decidido decretar el sobreseimiento de la incómoda conversación, que probablemente nunca llegaremos a tener.
Cuando leas esto, comprobarás que ha desaparecido el paquete que tan celosamente guardabas bajo el panel de tu escritorio. Si fue un regalo de aniversario, deberías escoger mejor a tus amigos. Si lo has comprado tú, estás malgastando el dinero y la salud. Y si pensabas venderlo, te recuerdo que cometerías un delito y podrías acabar en prisión. No te puedo acusar sin pruebas, pero apelo a tu buen criterio para que no reincidas. Y cuando se te pase el cabreo, espero que me perdones por alargar tu esperanza de vida, privarte de unas relajantes vacaciones «a la sombra», y sermonearte como si todavía fueras un niño. Porque, aunque me salga la vena de abogada, por encima de todo, soy tu madre.
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De esas madres todos tenemos una. Muy buen relato. Mi voto
Gracias por tu voto, Anselmo!
¡Joder, que buen relato!
Mi enhorabuena y, por supuesto, mi voto.
Muchísimas gracias!!
Veo comentarios desde el otro lado de la barrera. Desde mi lado, el de madre, yo también te felicito y me solidarizo completamente con tu protagonista.
Mi voto y un abrazo, Laura.
Siempre hay que ponerse en la piel de las mamis. Muchas gracias, un abrazo!
Tan hermoso como brillante y conmovedor. Enhorabuena, mi voto y un abrazo.
Muchas gracias Nicolás!
Muy conmovedora historia. Pero es que como una madre no hay nadie que se preocupe más por un hijo. Mi voto y mucha suerte.
Gracias Juan!
Tomo nota. No es para menos.
Gran relato, Laura.
Suerte.
Gracias!!
Un inicio impactante. Además, se mantiene la tensión hasta el final de tu historia, y me ha encantado ese «espero que me perdones por alargar tu esperanza de vida». Es un relato perfecto.
Enhorabuena, Laura, mi voto y un abrazo.
Muchísimas gracias Aurora, me alegra que pienses eso. Un abrazo!
¿Y si el paquete no era de su hijo? Jejeje. Buen micro, Laura. Mi voto y mucha suerte. Un saludo.
Muy bien usada la segunda persona. Tienes mi voto.