El Gobierno prometió
Plácido Romero SanjuánPues sí, señor, yo antes era abogado. ¡Qué tiempos aquellos! Los echo de menos. Que un cliente te planteara un caso. El reto de sacarlo adelante. Noches y noches estudiando jurisprudencia y revisando sentencias. Los nervios del día del juicio. La incertidumbre antes de que saliera publicada la sentencia. El escalofrío cuando llegaba el mensaje del procurador. El triunfo o el fracaso. Todo eso acabó. Y lo entiendo. El clima había enloquecido. No se podía respirar en las ciudades. Los vertederos no admitían ni un solo residuo más. También nosotros debíamos aportar nuestro granito de arena. La huella de carbono del sumario más sencillo era intolerable. Yo estaba convencido. Voté a favor de la justicia sostenible. El Gobierno prometió que se ocuparía de nosotros, pero ya me ve. Por lo tanto, señor, entrégueme la cartera y el móvil o tendré que pincharle con esta navajita.
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Colgar la toga para empuñar la navaja suena, en verdad, tentador. Muy buen relato. Enhorabuena y mi voto.
Apocalíptico final de la justicia «tradicional». Y se agradece lo de la navajita, mucho más ecológica que un disparo. Ya me he hecho con una. De Albacete. Enhorabuena.
No podría imaginar un mundo sin abogados. Aunque visto lo visto igual no necesito hacerlo.
Saludos, Plácido.
Pues sí, como se pongan, estamos más finiquitados que los coches diésel, aunque sean de última generación.
Tengo por casa una navaja cabritera. Habrá que buscarla.
Buena suerte, Plácido.
¡Enhorabuena, Plácido! Un relato con tu toque de humor. Te deseo mucha suerte y te dejo mi voto.
Besos.
Uy, si nos hemos de fiar de lo que promete el gobierno… ;-)
Simpático relato!
Un saludo, Plácido
Carme.