Imagen de perfilEL ÚLTIMO RECURSO

Isabel Forteza Castaño 

Hoy cumple ochenta y siete años y mientras espera que repongan el suministro eléctrico, apoya la frente en el cristal y contempla, a través del redondel de vaho, la nieve acumulada, el cambio climático en el que empieza a creer. Y recuerda el hambre de la postguerra, y sus clases de piano en el conservatorio, y cuando se casó, y el primer juicio que ganó él, y cuando se turnaron para proteger a los mellizos, y cómo disfrutaron con su crecimiento, y cuando ya mayores se marcharon de casa, y que él lleva varios días tosiendo, y que hoy tiene más fiebre que ayer.
De pronto, vuelve la luz y unos pasos interrumpen sus pensamientos. Sorprendida, se gira y lo mira con ternura. Ha desempolvado la toga con la que antaño subía al estrado.
—¿Por qué te le has puesto?
—Para interponer mi último recurso de apelación. ¿Bailamos un vals?

 

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