VIDAS DESCOLOCADAS
Amparo Martínez AlonsoTe echo de menos en cada mirada empañada de hambre; en cada soledad repleta de cuerpos frágiles, enfermos, inocentes. Te imagino a mi lado durante el exiguo recuento de suministros. Añoro tu sonrisa, tu apoyo. Durante la noche, el brillo de las estrellas me recuerda otro cielo: privilegiado, sobrante de recursos, en continuo crecimiento…, pero ciego e indolente.
Aquí no necesito toga ni puñetas para imponer silencio. Aquí, el silencio enmudece bajo lamentos de tripas vacías; engulle abrazos, lágrimas, vidas; aleja respuestas y ayudas. Aquí, el silencio no respeta alegatos: ¡sentencia!
Recuerdas nuestro grito universitario: “¡A la Ley pongo por testigo!”. Deseábamos proteger, defender la Igualdad, el Derecho, la Justicia. Ahora es mi mantra…
Mayte, espero regresar antes de que nazca nuestro hijo. Mientras tanto, recuerda:
¡¡Os amo a los dos!!
Elena releyó la carta por tercera vez, y volvió a hacerse la misma pregunta: ¿quién sería aquella Mayte?
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Vaya, una carta tan sentida y profunda, y resulta que llega a un destinatario equivocado. A mí me pasó algo parecido una vez… Mi voto para la desconocida Mayte. Un beso y mucha suerte, Amparo.
Un relato genial. Bello y con sorpresa. Enhorabuena.
Este hombre maneja a la perfección y más allá los conceptos y, sobre todo las palabras, como la autora de este buen relato, aunque todo deviene en castillo de naipes cuando el subconsciente le traiciona y escribe un nombre en lugar de otro.
Por muy elocuente que se sea, y a un abogado le viene bien serlo, las palabras terminan por no ser nada, puro humo, si no se cimentan en fundamentos sólidos. Lo vemos y sufrimos cada día con muchos políticos.
Un abrazo y suerte, Amparo
¿Quién sería?… Hermosísimo relato, muy poético. Enhorabuena, y mi voto.
Amparo, aunque este mes no esté por aquí, no puedo de dejar de desearte suerte y mi voto.
Un saludo.
Poesía -pura poesía- y, de pronto, se rompe el hechizo. Magnífico relato.
Una bella prosa poética, Amparo. Y ese final inesperado.
Mucha suerte. Te dejo mi voto.
Besos apretados.
¿Y quien es esta Elena? Vidas descolocadas, efectivamente, pero todas. ¿Es posible colocar, encasillar, acotar cada vida?
Muy sugerente, Amparo. Como siempre, juegas con nosotros, los lectores. Nos descolocas.
Mucha, y buena, suerte.
Amparo, es sencillamente delicioso.
Una misiva que apareció en el lugar equivocado, ¿o no?
Te deseo mucha suerte y te mando voto y abrazo.
Amparoooo!!!
Un relato poético, lleno de delicadeza y convicción, «A la ley pongo por testigo», me encanta esa referencia cinematográfica.
Y lo mejor, el final… la vida es así, un cúmulo de equívocos en cualquier ámbito, incluso en este… seguro que este relato es para este concurso? je, jeee…
Seguro que mi voto es para ti, amiga!
Un abrazo y mucha suerte!
Marta