Ha llegado un ángel
María Sergia Martín González- towanda«Ya estoy aquí», dijo mientras se materializaba en el salón. Caí redonda creyendo que era alguien del ayuntamiento con la orden de demolición. Cuando recuperé el aliento, preparaba salmorejo, había fregado los patios de la vivienda y reparaba una gotera con materiales nobles… Yo sabía que don Onofre, el abogado que lleva mi denuncia por construir en suelo no urbano, iba a dejarse el alma para ayudarnos, aunque jamás supuse que llegaría a tanto.
Me conquistó. Cuando regresaron los niños y preguntaron si era papá, respondí afirmativamente. Él asintió con evidente desgana, asegurando que debía resolver otros pleitos. Pero, nada iba a estropear nuestra familia.
Cada día me cuesta más tranquilizarlo. Es cero resiliente. Continúa emperrado en lo de resolver litigios y, aunque he doblado su ración de gotas, sospecho que está haciendo uso de argucias sobrenaturales para jugármela. Si no de qué esos dos incipientes bultitos de su espalda.
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Me has sacado una gran sonrisa
me alegro mucho Ramón.
Gracias.
Un abogado entregado del todo, el problema es que no lo es en exclusiva para una sola familia, como sus miembros quisieran. Haría falta una legión de estos seres celestiales para satisfacer todas las necesidades del mundo, porque no solo son expertos en leyes, también en reparaciones y, sobre todo, en hacer salmorejo, que se valora mucho. Cuánto vale este espíritu. Su pariente, el que me he permitido poner de logotipo (con permiso del renacentista Rafael Sanzio) le envía un saludo y yo a ti un abrazo.
Suerte con este relato tan simpático.
Ese es el problema, Ángel, que no tiene la exclusividad.
Abrazote y mil gracias.
Querida Towi!!!
Sigo riéndome después de leer tu relato… genial ese abogado sumiso y dispuesto a dejarse la piel, el estado civil y hasta su condición humana para convertirse en uno más de la familia a pesar de lo que él piense, claro.
Me ha encantado lo de «si era papá», ja, jaaaa!!!
Enhorabuena y mucha suerte, aunque de eso te sobra!!!
Un fuerte abrazo
Marta
Y mi voto alado!!
Mil gracias por comentar, por estar, por votar…
Un abrazo postpandemia.
Muy original y divertido. Eso es una ayuda venida del cielo. Enhorabuena y mi voto. Un abrazo!!
Mil gracias.
Abrazísimo.
Ese angel tiene un peligro.
Bárbaro.
Cierto.
Abrazote y gracias.
Gracias, María, por traernos a otro ángel a estas páginas. Ya teníamos a Ángel Montoro y a Ángel Saiz. Ahora contamos con este tuyo, tan genialmente caracterizado.
Siempre nos suscitas emociones, Towanda. Pero tus relatos, más que humanos, profundamente humanos, son angélicos, excelsamente angélicos.
Mucha, y buena, suerte.
Un abrazo.
Tienes toda la razón del mundo con lo de Montoro y Sáiz, esos son muy especiales para mí.
Gracias, por ser tan buen escritor y comentador.
Abrazo gigantesco.
Towi, me ha gustado mucho eso de es cero resiliente.
¡Suerte, campeona!
Gracias, Ramón.
Abrazos.
Eres buenísima, Towi. Un relato magnífico, repleto de humor y con frases demoledoras. Eso sí, un abogado cero resiliente tiene los días contados… Menos mal que tú se los cuentas con misericordia y con esas gotas de finísima ironía que se te escapan. Un besazo y mucha suerte.
Mil gracias, Señor Barrabás.
Un abrazo de los que hagan escuela.
Nos vemos por ahí.
Mucha suerte con tu ángel! Por cierto, que Onofre significa ‘el que abre lo bueno’, así que… :)
Un abrazo de leona y mi voto! :)
Gracias, leona!!
Un relato muy divertido. Ahí va mi voto y un abrazo.
Gracias, Isabel.
Onofre suena muy bien como nombre de ángel.
Muy divertido.
Mil gracias, Martín.
Besotes.
Gensanta cuánta imaginación. Es un hecho cierto que los abogados tardan cada vez más en jubilarse (las pensiones son cortas…y espero que nadie de la Mutualidad me esté leyendo) pero no quiero ni pensar en que se ha de seguir trabajando (y cotizando, claro) en ultratumba. Ya no hay cierto ni el «descanse en paz». La historia me causas desasosiego, pero como está muy bien contada tienes mi voto.
Gracias, Ángel.
Abrazo cósmico.
Un abogado caído del cielo. Menuda suerte. No dejes que se te escape…
Mucha suerte, Towanda. Te dejo un voto angelical.
Besos apretados.
Gracias, Pilar.
Abrazote.
Menuda suerte encontrarse un ángel en el salón. Tampoco yo lo dejaría escapar. Si se te acaban las gotas, avisa, por aquí queda alguna.
Gracias, Margarita.
Besos.
qué bueno con esos bultitos de la espalda.
GRacias, Carmen.
Abrazíismo.
Enhorabuena por este relato y por el de febrero y felicidades por tu cumple. Mi voto.
Gracias, gracias y gracias.
Abrazo inmenso.
Bravísima, Towui!
Un abrazo enorme y suerte!!
Gracias, Carmen.
Abrazos.
Un abogado de no duda in infringir la ley «física», para que la justicia triunfe. Fina ironía y originalidad a raudales. Un abrazo y suerte, Towanda.
GRacias, Salvador.
Abrazos.
Bonito relato, de naturaleza sobrenatural, que son los que me molan… Onofre me cae muy bien y coincido con que «cero resiliente» está muy bien colocado… probablemente la localización en el texto más natural de todos los relatos concursantes, aunque es solo una opinión. suerte.
Mil gracias, Antonio.
Un abrazo.
Muy bueno ese angelito abogado o viceversa.
Esos bultitos de la espalda me han encantado.
Te mando mis mejore deseos y suerte.
Tierno, tierno. Una puesta en escena muy visual.
¡Suerte!
Mi voto y un abrazo.
VERGONZOSA LA LUCHA FRATICIDA POR UN HACERSE UN HUECO EN LA FINAL DE ALGUNAS PERSONAS