El derecho natural
Cristina Griéguez ÁlvarezEmpezaba la primavera. El sol resplandecía más que nunca, tanto que sentí que me llamaba desde el jardín. Dejé los libros y salí. Me puse a regar mis plantitas. Un pájaro se posó en uno de los naranjos en flor y me cautivó con su canto. Vinieron más a hacerle los coros.
De repente, me vi en un cuadro y era mi abuelo quien estaba al otro lado del marco, con su pincel en la mano; la brisa me susurró su nombre. Debía volver al estudio, pero no me apetecía entrar. Una pena me invadía el alma…
¿Por qué la gente comete delitos contra la naturaleza? ¿Por qué atentar contra ellos mismos? Entonces lo entendí y antes de darme cuenta, me encontraba en mi escritorio, metida en mis libros de derecho: como abogada verde tendría las armas para defender la vida que mi abuelo amaba y me enseñó a amar.
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Muy bonito relato y adorable el vínculo con tu abuelo!
Muchas gracias
Este es uno de esos relatos que me hacen ver que hay personas sensibles con la naturaleza y con sus seres queridos. Enhorabuena por tu sensibilidad, suerte y cuenta con mi voto.
Saludos.
Muchísimas gracias, veo que se entiende su trasfondo. Cuidar de la naturaleza, es cuidar de los que amas; así es para mí y creo que lo compartimos. Me ha gustado el tema que trata tu relato, es muy importante sensibilizar a la gente. Tienes mi voto también. ¡Suerte!
¡Un saludo!
Un relato muy bonito
Gracias :-)
Encantador relato, Cristina.
Muchísimas gracias, Aurora