Imagen de perfilDON ERRE QUE ERRE

Francisco Javier García Ballesteros 

Cipriano, terco abogado rural, jubilado, se enfrentaba al último caso de su vida.

Todo empezó cuando tuvo que sufragar los tratamientos de su esposa, víctima de dolores crónicos. Inició un largo proceso judicial contra la administración sanitaria y sus engominados abogados de ciudad. Aquella reforma legal establecía cláusulas que incluían ingentes gastos, ahora soportados por los ciudadanos.

Durante su lucha, España sufrió años de barbarie económica. A Cipriano le dolían los huesos, tenía parkinsonianos temblores, pero aún le dejaban presentar escritos con manchas de café a golpe de Olivetti, productos de una inquebrantable voluntad…
Hoy es un día especial. Cumple ochenta años, coincidiendo con que la sentencia es firme. Enjuga sus lágrimas de soledad. Significan que Ramona, su amor, le dejó hace tiempo. Nunca sabrá que habían ganado a esos estirados. Ahora toca ejecutar la sentencia. Aún le queda algo de aliento para finalizar su cometido.

 

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