Tareas pendientes
Pablo García MuñizA veces, uno fallece tan repentinamente que ni siquiera tiene tiempo a asimilarlo. Eso le sucedió a mi último cliente. Se negaba a aceptar su muerte porque, decía, tenía aún muchos temas que solucionar: adquirir un nicho, redactar un testamento, regalar un ramo de rosas rojas a su esposa por su cumpleaños, como cada año. Por último, vengarse, vía legal, del hombre que le asesinó. Fue en un callejón, seis disparos a bocajarro a la altura del pecho. Impresionaba ver su torso agujereado.
El día del juicio, al verle sentado a mi lado, su asesino palideció.
– ¡Cómo es posible! -vociferaba, asustado- ¡Yo maté a ese hombre hace meses!
– Señoría -le interrumpí-, tome nota de que el acusado acaba de declararse culpable del crimen.
Satisfecho y con sus deberes hechos, mi cliente no tuvo otra alternativa que desvanecerse ahí mismo delante de todos, sin tan siquiera esperar el auto.
+14
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Humor negro y surrealista. :-)
Me gustó. Felicidades.
Muchas gracias, Francisco :)
¡Saludos!
Divertido relato, Pablo! Mi voto para el vengativo difunto. Un abrazo y suerte.
Muchísimas gracias, Eva! Un brazo y mucha suerte también para ti :)
Felicidades, Pablo. Una historia sin duda cómica y casi de película.
Mi voto, y mucha suerte.
Muchas gracias, Juan Carlos :)
¡Saludos!
He terminado de leer tu micro con una sonrisa. Muy divertido. Y un buen final. ¡Enhorabuena, Pablo! Un saludo.
Me alegro mucho de haberte sacado una sonrisa, Leticia. Muchas gracias por tu comentario :)
Un saludo.
Pablo enhorabuena, bueno y original. ME HA ENCANTADO.
Muchísimas gracias, María del Mar, me alegro un montón. ¡Saludos!