Emma Cobo Yáñez

Microrrelatos publicados

  • Profesiones raras

    Hoy se han sorprendido los niños cuando les he dicho que eras abogado. Si hubieras sido astronauta, médico o cantante hubieran respondido al unísono. Pero al escuchar “abogado” el ritmo de respuestas descendió y todos dijeron no saber lo que eras. Les fui dando pequeñas pistas para que ellos mismos descubrieran tu profesión. Al decirles que portabas una toga negra con el logo de tu Colegio Profesional bordado en grana te confundieron con el vicario de la parroquia. Cuando les dije que sabías de leyes y que ayudabas a la gente, Naim me respondió que uno de esos le arregló su custodia. Joan, que el suyo demandó cuando un columpio en mal estado le lesionó. Sara, que a su mama le reclamó el baremo que le correspondía en la oposición.
    ¡Ya puedes estar tranquilo, cariño! El abogado ha dejado de estar en su lista de profesiones raras.

    | Marzo 2018
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