Marta Vila-San-Juan Robert
Microrrelatos publicados
DESPACIO
Pastor de profesión, no pasaba un día sin que Eulogio añorara el valle. Era un hombre introvertido, observador, reflexivo y sabía escuchar. No era esa una virtud que abundara en la ciudad, a donde tuvo que trasladarse cuando se jubiló. No le sorprendió recibir la denuncia que le interpuso la comisión vecinal. Le parecían unos pobres infelices, siempre corriendo y enganchados a sus móviles y a Internet. Solo con el chico del quinto, tranquilo y amante de la naturaleza, especialmente de sus plantas de maría, había conseguido empatizar. Cuando recibió la resolución desestimatoria a su recurso, rompió el papel. Seguiría interponiendo apelaciones. Para cuando se resolviera el litigio, era más que probable que Dulcinea, la adorable cabra montesa y objeto de la denuncia que vivía en su balcón, ya se hubiera ido al otro barrio.
| Febrero 2022
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 3DIFÍCIL DECISIÓN
Acuden llenas de dudas, miedo y vergüenza. “Tranquila”, les suele decir, “aquí no corre el menor riesgo”.
De porte elegante, llevaba un vestido de tejido sedoso y unas grandes gafas de sol cubrían buena parte de su rostro. Su reloj, el bolso y algunas joyas discretas dejaban adivinar un alto poder adquisitivo. Pidió preservar su anonimato ante el resto del bufete.
Con voz temblorosa, explicó a la abogada los motivos de su consulta. Al quitarse las gafas se hizo visible el hematoma, a pesar del maquillaje. “Esto no es lo peor”, aclaró entre sollozos. “Ha hecho muy bien en dar este paso. Sé bien lo difícil que es”, la animó la letrada.
Quedaron al día siguiente para formular la denuncia.Cuando se marchó su clienta, se levantó la blusa; tenía el costado inflamado y el moratón se había extendido. “Sé bien lo difícil que es”, se repitió.
| Octubre 2021
Participante
Votos recibidos por la Comunidad: 1