SÍNTOMAS
Margarita del BrezoCuando los vi entrar supuse que esa sería mi gran oportunidad: una demanda colectiva siempre tiene mayor repercusión mediática y económica, recuerdo que pensé emocionado. Les pedí que guardasen la calma y la distancia de seguridad, cosa harto complicada en un despacho tan pequeño. Fue una mujer la primera en tomar la palabra; carraspeó dos veces antes de empezar a hablar y todos guardaron silencio. «Prometieron que con la vacuna se iban a erradicar los contagios», balbució antes de que se le quebrase la voz. Los demás alzaron entonces la suya. Todavía oigo sus quejas, argumentaciones, protestas, lamentos y hasta alguna palabra malsonante al oír mi valoración del asunto, demasiado global y repleta de datos estadísticos y cifras que, ahora lo sé, carecían de valor para su defensa.
Desde que me he contagiado comprendo perfectamente cómo se sentían. Es verdad, los síntomas de la pobreza apenas te dejan respirar.
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Margarita, una alegría enorme coincidir contigo por aquí.
Nos cuentas una genial historia llena de realidad, muy actual. En muchas ocasiones hasta que uno no vive las cosas en su propia piel no sabe lo que ocurre.
Te deseo mucha suerte.
Un beso.
Pues sí, Javier, es una alegría coincidir contigo sea donde sea, porque tú, al contrario que el protagonista de mi historia, sabes ponerte en los zapatos del que tienes al lado, aunque te aprieten.
Mucha suerte para ti también.
Un beso
Un placer leerte. Si te sobra alguna dosis me la mandas. Mi voto y mi admiración.
Vaya, Esteban, qué pocas palabras y cuánta emoción me generan.
Creo que un simple «gracias» se queda muy corto, pero no se me ocurre nada mejor.
Aunque parezca cercano, éste si que es un futuro distópico donde los haya. Ni con las vacunas nos libraríamos de la pesadilla que nos tiene atenazados. Por suerte, la esperanza sigue y es una ficción, pero lo cuentas tan bien que parece verosímil. Como creíble es tener que ponernos en lugar del otro para comprenderlo realmente.
Un relato genial, Margarita.
Suerte y, como se dice por aquí: mi voto.
Que tampoco falte un abrazo
¡Menudo regalo! Un 3×1 (que había antes en los supermercados), y los tres de calidad: tu comentario, el voto y un abrazo, así dan ganas de seguir intentando arreglar el mundo, aunque sea desde la ficción, a ver si conseguimos traspasar los papeles que lo de pasar página parece que no funciona.
¡Gracias, Ángel! Un abrazo para ti también.
Hola, Margarita.
Tu relato me encanta, así que mi voto para él y un beso para tí.
Mucha suerte.
Hola, Ana Isabel:
Aunque suene a tópico, es reconfortante saber que gusta la historia y anima a continuar construyendo mundos paralelos para esconderse a ratos, cuando la realidad ahoga. Así que gracias, muchas gracias por tu lectura, por tu comentario.
Ojalá alguien patentase la vacuna contra la pobreza, de distribución gratuita, por supuesto. Un grandísimo relato por el que te felicito y te voto. Y aprovecho para desearte todo lo mejor para 2021. Un abrazo.
La vamos a necesitar, me temo, (la vacuna contra la pobreza), y más pronto que tarde si es que queremos sobrevivir a la «supervivencia».
Me alegra recuperar el contacto contigo, Nicolás. La verdad es que una de las cosas buenas de este concurso son los «conocimientos» que hacemos por aquí.
Que el nuevo año nos sorprenda con sus bondades. Ojalá.
Un abrazo
Margarita, la última frase demoledora. Voto.
A ver qué podemos hacer para borrarla del mapa.
Gracias, Manuel.
Cuanto rechazo provoca la pobreza. Es una pandemia mucho más difícil de erradicar que la del virus. Nadie sabe lo que se siente hasta que la sufre. Relatos como el tuyo sirven para abrir los ojos a los que no quieren ver.
Excelente relato, Margarita. Te deseo mucha suerte y aporto mi granito de arena con mi voto.
Besos apretados.
Es como la peste, nadie la quiere cerca, por qué será.
Ojalá tú y tu dragón podáis ponerle freno.
Mil gracias por tu voto, Pilar, y un beso.
Es mucho mas facil defender algo cuando empatizas con el cliente.. aunque estés asintomático o tengas síntomas, Buen micro
Ponerse en el lugar del otro es una técnica que nunca falla, a lo mejor por eso la practicamos poco.
Gracias por comentar, Santiago.
Qué bonito Margarita! Siempre con tu sensibilidad y buen hacer. Un abrazo y un voto
Me alegra que te guste, Jero, y me encanta ese abrazo que recibo encantada (encantamiento total como ves; deben de ser los encantos de los aires salmantinos).
Otro abrazo para ti.
Enhorabuena, Margarita. Relato bien estructurado y que habla de un tema crucial este año como es la vacuna. Tienes mi voto.
Muchas gracias, Juan Carlos, por leer y por comentar.
Ojalá este año solo tengamos que preocuparnos de la vacuna.
Un saludo
A medida que publican más micros mas dificil nos lo ponen a los lectores a la hora de votar. Creo que este tiene mucha miga y es de plena actualidad a parte de estar muy bien escrito. Mi decisión esta´ahora entre Yolanda, Esteban y tú.
Me alegra que los votos se den con criterios sólidos, que se piensen y repiensen.
Es mi pelea. Hay autores que tienen un estilo que me encanta, pero alguna vez ocurre que su historia no acaba de llegarme y no quiero sentirme obligada a darles un voto. Ni eso significa que hayan dejado de gustarme.
Ole tú, Asun.