Bon Vivant

Luis Miguel Helguera San José · Valladolid 

Nunca consideré la gula un pecado capital. Y menos, una vez pasada mi crisis de los cuarenta. Sólo soy un gourmet sibarita entregado al buen vino. Y mi abogada ha certificado que no soy un alcohólico; ella bebe más que yo.
Otra cosa es el picapleitos de mi ex mujer. Un abstemio puritano que pretende arruinarme con la demanda de divorcio. Pero esta vez no quiero más litigios ni recursos de apelación. Aceptaré sus condiciones. Para ella el chalet, el Maserati y la custodia de los niños. Para mí, los viñedos de Saint Emilion y la colección de Reservas bordeleses.
Ahora mi abogada me espera en el juzgado para firmar el acuerdo. Luego la invitaré a cenar, naturalmente. Subiremos a mi suite y brindaremos con un ChÆ’teau Pétrus del 2004 en el jacuzzi con Barry White como único testigo. Nunca consideré la lujuria un pecado capital.

 

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