Bond en crisis

Roberto López Vargas · Leganés (Madrid) 

Mi nombre es Bond, James Bond. Hasta hace cuatro días era el agente secreto marcapaquete más famoso y envidiado del mundo. Tenía mujeres “a cascoporro”, iba a fiestorros de alto copete, poseía “gadgets” capaces de convertir mis ventosidades en un motor a reacción… Pero llegó la crisis y el recorte de gastos. Ahora bebo pacharán en lugar de mi Martini con vodka agitado, no mezclado; conduzco un Dacia Logan diesel en lugar de mi Astor Martin de 400 caballos y almuerzo, como los obreretes, en tascas en las que pago con cheques “gourmet” en lugar de comer caviar, ostras y Moët Chandon. Y para colmo, he tenido que ir con mi abogado al juzgado a presentar una apelación contra una sentencia que asegura que ¡soy padre de dos niños! ¿Y cómo demonios quieren que sepa yo si son míos con mi historial sexual? ¡Qué cutre es ser pobre!

 

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