Vocación de abogado

Mª Ángeles García Rosado · Las Navas del Marqués (Ávila) 

Mi vocación por la abogacía comenzó siendo una niña. Yo quería ser abogado, pero no conocía a nadie cercano que tuviera relación alguna con los Juzgados. Me empeñe en ser abogado, a pesar de que mi padre era cartero. La apelación a un familiar con carrera universitaria para que variara mi vocación, no sirvió de gran cosa. Nos invito a mi madre y a mi a comer, ya que era un gran gourmet, mientras disertaba sobre lo conveniente que era que yo estudiara magisterio “la carrera de la mujer”, me decía. Yo sufrí una crisis de identidad, ya que mi gran vocación era la ABOGACIA. Desde entonces luche con todas mis fuerzas por conseguir ser un abogado, honesto, honrado, y con la suficiente energía para poder defender los derechos de mis clientes. En fin “un abogado de pleitos pobres”.

 

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