LA PROFESIÓN MÁS BELLA DEL MUNDO
Jose Maria Alonso MartinUn día hace muchos años me preguntó mi hijo qué era eso de ser abogado.
Dudé e incluso intenté desviar la conversación, pero siendo caso de fuerza mayor, como lo es siempre dar respuesta a las preguntas infantiles, tuve, no sin dificultad, que empeñarme.
“Imagínate que soy tu fiador, alguien que siempre responde por ti. Alguien que trabaja los 365 días del año, uno más si es bisiesto. Para quien la administración no tiene que ir siempre de la mano de la justicia. Alguien que está pendiente de tus asuntos más que tú mismo y que no escatima tiempo ni esfuerzo en darte la información que necesitas. Que te anima y te consuela. Imagínate todo eso y elévalo al cuadrado.”
Entonces mi hijo entornó los ojos y sonriendo me espetó: “Pero papá, eso, más que ser abogado, es ser padre”.