Recordando a Lucía
Cristina Martín RodríguezHacía mucho tiempo que se había ido, pero seguía escuchándola: “Serás el mejor abogado del mundo”. Ella era la única que creía en él. La chica del collar verde y los ojos azules que se sentaba siempre en la última mesa de la biblioteca. Ella era la obra más preciosa de aquel lugar. Con mil historias que contar. La que le enseñó que estar vivo es un privilegio, aunque él lo hubiera pasado mal. Ella le mostró, también, que el olvido es necesario a veces, pero solo a veces.
Los años de Derecho habían pasado deprisa, pero hoy, en su primer día en el despacho, había decidido poner una foto de Ella para que, con su sonrisa, le recordara que debía tener confianza en sí mismo. En la vida. Ella se fue antes de tiempo, pero él se lo había prometido: “Algún día el mundo temblará con tu sonrisa, Lucía”.
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Bonito homenaje. El amor mueve montañas, ¿no? Y cuántas cosas se hacen por amor… incluso sacar la carrera de Derecho.
¡Emotivo relato!
Suerte.
Aquí te dejo mi voto, Cristina.
Muchísimas gracias Amparo… Sí.. ¡Así es! Mueve montañas y mundos!
Con el deseo de temblar con las sonrisas de quienes me rodean. Suerte Cristina. Tienes mi voto.
Que se cumplan tus deseos…
Muchas gracias!
Guau, Cristina, me has puesto los pelos de punta.
Qué historia de amor y de tesón tan bonita. Una promesa que tenía que cumplirse.
Un abrazo enorme y todo mi apoyo.
Suerte.
Muchísimas gracias Towanda y Mucha suerte!