BUENAS INTENCIONES
Juan Manuel Chica CruzCon el confinamiento dejé la urbe gris y contaminada para vivir en el campo aprovechando el teletrabajo, pero la vida en la naturaleza no es tan bucólica como pueda parecer: Sin asistencia médica. Cortes de electricidad e internet de continuo dejando los formularios a medio completar en Lexnet y sobre todo, la noche cuando cualquier ruido es una amenaza. Lo bueno es que descubrí en los vecinos de aquel valle perdido una auténtica familia. Nada que ver con el vecindario de ciudad que dan los buenos días a regañadientes mientras corren para darte con la puerta del ascensor en las narices. Empatizar tanto con ellos me movió a proponerles y llevarles reclamaciones judiciales sin comisión que mejoraran sus condiciones de vida. A cada juicio desestimatorio, al revés de lo acostumbrado, se acercaban a casa, siempre con sonrisas, palabras amables y productos de la tierra dándome ánimos. Parecían pensar: «Pobre abogado»
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Tu «pobre abogado» ha salido ganando con el cambio, aunque vivir en el campo tenga sus pequeñas incomodidades. Me gusta tu historia.
Mi voto y un beso, Juan.
Muchas gracias!!!! Un beso, Ana .
La realidad superó con creces la ficción, pero la historia es entrañable
Qué alegría verte por aquí, Ramón. Muchas gracias. Seguro que esos vecinos serían implacables en el pádel…
¡Ay, la Arcadia perdida! Como escribió Borges, “sé que los únicos paraísos que le quedan al Hombre son los paraísos perdidos”. Tu valle puede serlo. Y sus criaturas son humanas; saben que nada humano, ni el fracaso jurídico, le es ajwno.
Suerte.
Nada de lo humano me es ajeno, San Agustín dixit, y Gracian también. Y en esa humanidad hay mucho bueno aunque tengamos que imaginarlo como en esos paraísos perdidos de Borges. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo.
Precioso y realista relato! Me siento totalmente identificada , los cortes de internet , los ruidos amenazantes de la noche,… jajajaj, lMucha suerte. Un voto y un abrazo.
Muchas gracias!!, Alejandra por tus amables comentarios. Lo de la noche no me lo he tenido que imaginar…Un beso.
Hola, Juan Manuel.
A lo mejor tenemos que volver la vista al campo un poco más y mejor.
Qué bueno!!
Un abrazo y suerte.
Muchas gracias, Towanda, por tu generosas palabras. Un abrazo!!
Perder forma parte del juego. Deberíamos volver a la simplicidad. El aire puro y el rocío de la mañana ayudan. Enhorabuena Juan Manuel.
Totalmente de acuerdo contigo. De las derrotas también se aprende casi mas que de las victorias. Te lo dice otro atlético… Un abrazo.
Juan Manuel, ¿pilla muy lejos tu campo?… Un relato redondo, muy bien contado. Enhorabuena, mi voto, y un abrazo.
PD: Si te regalan níscalos, avísame.
Muchas gracias por tu generoso comentario. Y en otoño con cestas que permitan la dispersión de las esporas de las setas, vamos por los alrrededores de Jaén que hay muchos y muy buenos sitios para coger níscalos… Un abrazo!!
Bueno, que en la humanidad hay mucho bueno no diré que no…, pero deben haberse ocultado en ese paraíso perdido del que habláis Manuel, tú y un tal Borges. Porque de un tiempo a esta parte, lo que rezuma por todos lados es la negrura y la corrupción. Pero mejor no pensar en ello y felicitarte por tu relato, tu buena intención y tú valentía por haber sido capaz de cambiar de vida.
Un abrazo.
Muchas gracias Guillermo por tu voto y comentario. Tienes toda la razón, mejor pensar y centrarse en lo bueno que lo malo ya se ocupará de captar nuestra atención. Un abrazo!!
No había leído tu relato Juan Manuel, pero es cierto que «nuestros abogados¨» tienen una cosa en común: los dos apuestan por una vida rural.
Mi voto y mucha suerte.
Muchas gracias, Almudena. Buena suerte para nuestros dos protagonistas. Un abrazo!!
No hay nada como las sonrisas y las palabras amables, pero si encima te ofrecen productos de la tierra, es lo que tiene la buena gente del campo. Te deseo suerte con tu relato Juan Manuel, mi voto y saludos.
Muchísimas gracias, José Manuel por tus palabras. Un abrazo!!
Dicen que la intención es lo que cuenta, aunque no siempre sea suficiente. Yo necesito urgentemente una larga visita a ese campo del que nos hablas, a ver si se me pega algo de su gente.
Aplaudo tus «buenas intenciones».
Un saludo, Juan Manuel
Muchas gracias, Margarita por tus amables palabras. Un abrazo!!!
Anda, anda, que a pesar de tanta queja se te nota que te ha gustado tu nuevo hogar. Yo, que tengo la suerte de no vivir en una gran ciudad, te comprendo perfectamente. Enhorabuena y mucha suerte.
Muchas gracias por pasarte por aquí y dejar tu voto y comentario. Nuestro protagonista ha reencontrado el mundo natural que pese a sus inconvenientes tiene muchas ventajas, pero se ha de ser muy valiente para descubrirlas…
Se busca finca rústica, parcela o como dicen en mi tierra, una «fanecà», dónde disfrutar de grandes relatos.
Razón: Juan Manuel Chica
Enhorabuena, un muy buen relato!
Muchas gracias, Rafael por tus palabras. Aprovecho para darte la enhorabuena por tu micro ganador del mes de enero y te lo digo a voz en cuello y pleno pulmón con el micro encendido.
Un abrazo.
Me ha gustado. Mucha suerte.