El cliente machista

María José Bueno Bayarri · Castellón de la Plana 

Tenía una cita a las nueve de la mañana. Un cliente nuevo que había oído hablar de nuestro despacho por toda Europa. Me pasaron su ficha, tenía un señalamiento para una vista penal como acusado de un delito de agresión sexual y quería la absolución. Ni buenos días, ni hola, ni qué tal, sólo ¡Huy eres mujer! Empezó a vociferar airadamente: ¡Quiero un hombre! ¡Yo no pago a una mujer para que me defienda! Amablemente le invitamos a que buscara otro profesional y tiramos su expediente al cubo de la basura. Pero seguimos su caso por curiosidad. Fue juzgado por una mujer, la fiscal fue demoledora y la abogada de la acusación particular le acorraló. Su abogado, hombre, no era mago, y el cliente acabó siendo condenado.

 

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