El mago

Jose Vicente Pérez Bris · Bilbao 

Llegué al restaurante intranquila. No era mi debut en un proceso, pero si el primer cliente importante. Giovanni Santini, el Gran Santini, era el mago más famoso de Europa. Y estaba acusado de asesinato. Su número estrella resultó fallido y la ayudante, una jovencita más tonta que un cubo, incapaz de entender las instrucciones recibidas, acabó serrada por la mitad. Si esperaba conseguir la absolución, iba a tener que emplearme a fondo. Tomé asiento, aterrada ante los ojos oscuros y fríos del quiromántico. Mientras pedíamos unos aperitivos, pensé en la mala suerte que tuve en el señalamiento de este caso. Sólo me quedaban dos meses para dejar de ser abogada de oficio y me adjudicaban este embrollo. La comida transcurrió agradablemente, si exceptuamos que a los postres, Santini se empeñó en mostrarme su último truco. Llevo tres días atrapada en otro plano astral ¡¨Alguien puede decirme como salir de aquí?

 

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