¿Y si toca?

Javier Sánchez Ribas · Collado Villalba (Madrid) 

Al conocer el número premiado, saltó, aulló, se rió y llamó a su jefe para informarle por dónde podía meterse su negocio, hasta que pensó: «¿Dónde está el boleto?» Vació armarios, cajones y estantes; miró en cada bolsillo de cada pantalón y camisa. Recurrió a brujos, santeros, videntes, médiums, magos, tarotistas, quiromantes, astrólogos y parapsicólogos; puso a la Virgen el cirio más gordo que encontró, pero sin resultado. Desesperado, llamó al abogado del Turno de Oficio que llevaba su divorcio para ver si había alguna artimaña legal para reclamar su premio. Era un modesto profesional con el despacho en su casa, pero no conocía a otro. Contestó la madre del abogado: » Mi Mariano está muy raro. Se ha ido de viaje al Caribe sin fecha de vuelta y diciendo que a la abogacía se dedique Rita. ¿Sabe si le ha pasado algo?» Entonces recordó donde había olvidado el boleto.

 

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