Paso a paso

Carlos Jesús de Linares Rosado · MÁLAGA 

Finalmente se consumó. Tras la hoguera, el reo quedó reducido a cenizas. Fue un pleito largo, no es fácil cambiar la conciencia del juzgador que, por definición, es siempre conservador cuando la ley abre una nueva posibilidad. Toda primera vez batalla legal enfrenta la resistencia inicial de los más cerriles. El camino más largo empieza con un simple paso, y ese sencillo paso, clave que explica la subsiguiente cascada de reformas penales, creo que fue la pena de muerte de las «personas jurídicas». Tras ésta vino la aprobación de la cadena perpetua para personas físicas en casos de comisión de delitos graves; tres años más tarde la concesión del “privilegio de muerte” a los condenados que lo solicitasen voluntariamente… Y, finalmente, “El MENÚ”, una carta de penas de muerte entre las que el Juzgador debía escoger, con la debida equidad y teniendo en cuenta el daño producido por el reo.

 

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