EN PRIMERÍSIMA LÍNEA DE PLAYA
Margarita del BrezoUrbano insiste en que él es un empresario comprometido con el Medio Ambiente, que estudió con precisión todas las variables —grado de humedad, inclinación del terreno, fuerza del aire, índice de erosión, nivel de salinidad— antes de construir los bloques de apartamentos, y se preocupó además de elegir un material resiliente que se integrara a la perfección con el entorno. Después de tan arduo esfuerzo, Señoría, no es justo que llegue ella, se meta en una vivienda y la llene de peces, algas y corales como si tal cosa.
La acusada se defiende con voz trémula. Que ella pasaba por allí, dice, que la puerta estaba abierta, entró sin darse cuenta y ya no supo salir. Las lágrimas no la dejan continuar. La jueza la mira atónita. Nunca antes había visto semejante rostro. El jurado no da crédito. Es la primera vez que se sienta en el estrado una sirena.
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Qué maravilla, Margarita. Mucha suerte para tu sirena.
Gracias, Pablo. Espero que, al menos, la dejen quedarse de ocupa en uno de los apartamentos.
Bravo por tu sirena, Margarita!
Mantienes la intriga hasta el final… pobre sirena, «ahogada» por las lágrimas, qué contradicción, verdad?
Me ha gustado mucho!
Ahí va mi voto, sin escamas, eh?, je, jeee…
un abrazo, Margarita!
Marta
¡Pobre sirena! Y ni siquiera puede recibir la visita de Sebastián con esto del confinamiento.
En fin, que todo se quede en un cuento, como esos tan chulos que nos cuentas tú.
Me alegra que te guste. Y que vengas a decírmelo.
Un abrazo, Marta, y a seguir escribiendo finales felices.
Muy bueno, Margarita.
Solo unas preguntas: ¿para acceder al estrado la sirena tuvo que cobrar forma íntegramente humana? ¿o el juicio se celebra en la orilla del mar?
En todo caso, se ha hecho justicia: ocuparon la costa y ella ocupa la vivienda allí construida.
Otro hallazgo: Urbano es nombre de papa, pero define muy bien a un urbanizador de esa clase.
Mi voto y un abrazo.
Ja, ja, ja, Manuel. ¿Sabes que mientras lo escribía lo pensé? De hecho, hice un tercer borrador con una bañera en el estrado, pero me pareció que íbamos a salpicar mucho y lo dejé estar. Por algo son seres mágicos las sirenas, ¿no?, y a los lectores no nos falta la imaginación (bueno, a veces sí, pero eso no se cuenta y listo). Tú que sabes más de juicios y de abogados seguro que sabes hallar la mejor opción.
Y en defensa de la sirena diré que ella pasaba por allí, en ningún momento hubo mala intención. Espero que el jurado lo tenga en cuenta.
Gracias por la visita.
Un abrazo
Si el título de este relato ya deja pistas acerca de la mala praxis de este empresario, por mucho que alardee de haber actuado conforme al medio ambiente, lo confirma el hecho de que la okupa sea una sirena, que no hace más que reclamar su legítimo territorio.
Original e impactante, como tú has dicho alguna vez: «marca de la casa».
Un abrazo y suerte, Margarita
Siempre encontramos razones para justificar por qué actuamos así y no de otra manera; y en la otra orilla las encontraremos igualmente para criticar por qué el otro lo hace así y no de otra manera. Un lío y mucha agua por el medio.
Y hablando de casas, está muy bien que se reconozca al inquilino por la decoración de sus letras. Sigamos así.
Muchas gracias por comentar, Ángel.
Un abrazo
Enhorabuena, Margarita por esta historia tan bonita como original. Mi voto, suerte y un abrazo.
Me alegra que te guste, Juan Manuel.
Muchas gracias por el voto y la visita.
Un abrazo
Una historia llena de magia. Muy bella.
Un abrazo
El urbanista no ha dejado mucho espacio, pero algo de magia cabe.
Mil gracias, Maria.
Un abrazo
¡Qué divertida y original okupa! Un abrazo
La sirena te manda saludos, Laura; yo también. Y un abrazo
Me ha gustado mucho, Margarita. Parece que al constructor le han dado lo que se merecía, no como la pobre sirena, que esperemos que termine bien…
Mi voto y un abrazo.
Al constructor le ha fallado el cálculo o quizás el metro o el sentido común, vete tú a saber. La sirena se quedará unos días en el apartamento, hasta que terminen de reparar su pequeño atolón.
Mil gracias por tu visita, Ana María.
Un abrazo
Un okupa tan original como legítima. Maravilloso relato, Margarita. Enhorabuena y mi voto. Un abrazo.
En el mar puedes encontrarte de todo, hasta una lavadora, así que mejor aprovechamos y disfrutamos todo lo que podamos mientras queden sirenas.
Un abrazo, Nicolás.
Suerte con esa sirena maravillosa.
Un abrazo enorme.
Ojalá le devuelvan pronto su atolón. Ya te contaré.
Un abrazo, Towanda
Gran relato con un final sorpresivo y original. Un abrazo y suerte, Margarita.
A ver si podemos ir a visitarla este verano, a la sirena, digo, y acabamos de una vez por todas con la sorpresa del último año.
Gracias por comentar, M.Salvador.
Un abrazo
No hay quien se resista a sus cantos de sirena… Me encanta.
Mucha suerte, Margarita. Y mi voto para tu okupa.
Besos apretados.
Ella es la que lo necesita de verdad, la pobre, ni ganas de cantar le quedan, pero con tu visita se ha puesto muy contenta, como yo.
Un beso y mil gracias, Pilar.
Me encanta.Jajajajajaj muy imaginativa Marga. Muy bien resuelto Mi voto se une a los cantos mitológicos
Canto yo también, pero de alegría, y muy bajito para no espantar a los navegantes internautas.
Gracias, Santiago.
Es lo que pasa cuando invaden tu espacio, que tú pasas por allí…
Me ha parecido un relato muy elegante, Margarita.
Enhorabuena y mucha suerte.
Un abrazo.
Me alegra pasar por aquí y encontrarme con tu comentario ;-)
Y qué bien suena eso de «elegante», ¡gracias!
Un abrazo, Almudena
Muy bueno Margarita. Nos traes la fantasía a la sala de vistas con toda la imaginación. Un abrazo grande
Que no nos falte la imaginación. Ni la paciencia tampoco, que esto se está haciendo muuuy largo. Un abrazo, Jero, y mil gracias.
La vuelta de tuerca final, con su buena dosis de inocencia y ternura, consiguen empatía hacia esa sirena okupa.
En tu línea de calidad literaria.
Enhorabuena. Va mi voto y unos abrazos.
Una alegría leer tu comentario, Lola.
Muchas gracias. Un abrazo.
VERGONZOSA LA LUCHA FRATICIDA POR UN HACERSE UN HUECO EN LA FINAL DE ALGUNAS PERSONAS
Perdón por olvidarte, por no leerte, no disfrutarte y no votarte. Soy despistado como una sirena. No serás la primera que me diga que voy a destiempo. En mi descargo te diré que he estado muy liado, y que hoy es Viernes Santo y tienes que perdonarme. Recibe mi voto extemporáneo.
A ti te lo perdono casi todo, Ángel, aunque no sea Viernes Santo. Lo que más siento es no ser la primera, ains, eso duele; tanto tiempo y no me acostumbro, oye.
Lo mejor: que pensé que no te había gustado y por eso no comentabas (que de eso se trata, de comentar solo cuando gusta la historia por muy bien que nos caigamos) y resulta que no, resulta que te habías despistado con una sirena y te metiste en un lío, o algo así parecido.
Intenta aprovechar estos días para descansar y desliarte y des-despistarte, que el cuerpo luego se queja.
Recibe mi alegría de verte por aquí.