Igor Ivonevic
Pablo García MuñizAcusaban a Igor Ivonevic del asesinato de cinco políticos. Cinco asesinatos que se habían producido en núcleos urbanos tan alejados como Toledo, Madrid, Oviedo, Valencia y Sevilla. El mismo día, a la misma hora.
No teníamos dudas: Igor era el chivo expiatorio de algún tipo de trama que escapaba a nuestro entendimiento y decidimos construir una defensa inusual, tan resiliente como arriesgada. Buscamos pruebas inculpatorias en cada uno de los escenarios: testigos, huellas, grabaciones. Si demostrábamos que Igor era el autor material de cinco asesinatos simultáneos, no podrían culparle de ninguno.
A la salida del juzgado, Igor sonrió, por primera vez desde que nos conocimos.
– Enhorabuena, abogado -me dijo-, hoy ambos hemos evitado una condena segura.
Y al alzar la vista, movido por una inquietud extraña, vi cómo Igor dejaba de apuntarme con su rifle desde todas y cada una de las ventanas del edificio de viviendas de enfrente.
+20
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Un asesino, de nombre eslavo rotundo y temible, tiene, con la capacidad de quintuplicarse, la opción de hacer las mayores tropelías, sin que las leyes estén pensadas para poner límite a lo que excede a toda lógica.
Un relato genial, Pablo, mezcla de género negro y realismo fantástico.
Suerte
Muchas gracias, Ángel. Creo que el micro me gusta más después de esa generosa descripción. También creo que subestimas la capacidad de Igor al limitarlo a cinco sosas, no sabemos de qué cosas puede llegar a ser capaz. Mucha suerte para ti también y un saludo.
Este Igor debería llamarse Vigor, por la V de cinco y por su habilidad de multiplicarse (y de conseguir coartadas.
Mucha, y buena, suerte, Pablo.
Muchas gracias, Manuel. Muchísima suerte para ti también, saludos :)
Brillante relato, absolutamente original y muy alejado de lo que habitualmente se lee por aquí. Te sugiero «La ubicuidad del asesino» como título de una próxima novela. Enhorabuena y mi voto. Un saludo
Me encanta, Nicolás, tomo nota por si algún día llega esa novela. Muchas gracias por esas palabras :) Un saludo!
¡¡¡Bravo, bravo, bravo,!!! Yo hubiera alegado que los políticos se mataron entre ellos (algo altamente creíble a día de hoy), pero lo de autoinculparse cinco veces… ¡Vaya cuajo el letrado con su arriesgadísima defensa!; eso sí que es jugársela. Un relato sorprendente, merecedor de muchos votos… y algún premio.
Aquí los premios son muy caros, Ángel, sabes bien que hay mucho nivel. Que no decaiga, que es un gustazo, tanto para leer como para escribir. ¡Muchas gracias por esas palabras! :) Un saludo.
Me ha encantado tu relato Pablo, con ese final tan inesperado como ocurrente.
Mucha suerte.
Muchas gracias, Ana María :)
Un saludo.
Un relato negro excelente, Pablo.
Mucha suerte y mi voto.
Besos apretados.
Muchisimas gracias, Pilar. Mucha suerte también para ti y sobre todo mucha suerte para tu maravillosa fénix. Besos.
Esto es saber: matar y escribir.
Un saludo, Pablo
Michas gracias, Margarita :)
Un saludo
Me parece un magnífico punto de partida para una serie televisa…. por dar ideas. Enhorabuena
Muchas gracias, Antonio. No dejaría de verla, como buen seriéfilo. Saludos.