El soborno

Estrella Mérida Macías · Sanlúcar la Mayor (Sevilla) 

¡Silencio en la sala! Es el principio de todos mis juicios, así empezamos. Después llamo a todos los testigos y les pongo en fila para que practiquen su juramento: El Señor oso, Marta la muñeca de trapo, y los indios que venían en una bolsita. El abogado que gana el caso, tiene que invitarme a merendar tantos helados hasta el punto de tener resaca al día siguiente. El número que monto en mi tribunal es único. Al menos mi abuela me entiende. Pide socorro cuando le digo que hoy es ella la abogada, claro los demás no tienen dinero para helados. Serán cosas de la edad porque ella ya es viejecita, dice mi abuela. Pero yo tengo seis años y los peluches no sé cuando nacieron. Aunque cuando sea mayor, no quiero ser Juez sin mi abuela, ¿y si gana el abogado que no me invita a helados?

 

 

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