La doble moral
Fernando LongoriaEl abogado laboralista apareció en sala, con un expediente bajo el brazo y un caminar elegante mientras saludaba a su señoría y se acercaba a la tribuna. Luchaba por hacer justicia ante la situación laboral de miles de falsos autónomos, que acudieron a éste para hacer valer sus derechos.
– Es intolerable ésta situación señoría, la Ley es clara al respecto y muchos de ellos ni siquiera eran retribuidos por un supuesto aprendizaje eterno- concluyó.
El abogado de la empresa, una vez finalizado el juicio se acercó a su compañero contrario para hablar en la intimidad.
-¡Lo que haces es una traición! Sabes perfectamente que hasta en tu propio despacho tienes varios letrados de pasantía, sin convenio, sin salario y trabajando unas catorce horas diarias. – Le recriminó.
– Compañero -Le dijo- el día que me demande uno de mis pasantes por éste motivo, entonces será cuando merezca la contratación.
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jaja, muy bueno y muy realista. Suerte!