EL ORIGEN DE UNA VOCACIÓN
Amparo Martínez AlonsoLas preguntas de mi hijo, los baches del camino y el meneo del vehículo me transportan a otra pradera, otro tiempo, otro mundo… ¡aquel que cambió mi vida y enderezó mi juicio! Un lugar donde palabras como “damnificados”, “carencias”, “muerte” o “pandemia” surgían conforme las terribles inundaciones asolaban el país… Mientras, a miles de kilómetros, esa agua embarrada ayudó a lavar mi conciencia y enjuagar el ADN de nuestra acomodada e indolente familia. Porque al unirme al convoy humanitario (con la egocéntrica inteción de solventar mi aburrimiento existencial) lo que conseguí fue encauzar mi futuro…
—Papá, cuando trabajaste de voluntario en aquella inundación, ¿ya sabías que ibas a estudiar Derecho? ¿Por qué supiste que querías ser abogado? ¿Cómo te diste cuenta que querías luchar por los derechos de los demás? Yo también quiero defender a la gente. ¡Voy a ser abogado como tú!… Papá, ¿por qué sonríes, en qué piensas?
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Hola, Amparo.
Qué bonitas preguntas y qué grandes los que prestan su vida para ayudar a los demás. Otros, nos quedamos cómodamente sentados en nuestros sofás y lamentando lo mal que está el mundo.
Enhorabuena, y mi aplauso a ellos y a tí.
Muak y suertísima.
Un cataclismo inyectó solidaridad en un hombre en situación privilegiada. No es poca cosa eso, además, ha sentado cátedra, pues su hijo quiere seguir el ejemplo.
Un relato sobre la generosidad muy bien contado, como no podía ser de otra forma al leer tu nombre.
Un abrazo grande y suerte, Amparo
Nuevamente, Amparo, nos recuerdas que hay muchos abogados de ley y desvirtúas la leyenda negra de la profesión.
Suerte.
Hola, Ampa-Petra!!!
Jo, tú sí que me has arrancado una sonrisa y una reflexión a partes iguales!!!
Además de buen relato vas más allá y nos has pegado un meneo a nuestras conciencias!!
Te deseo mucha suerte y te mando un abrazo con un voto bajo el ala!!!
Marta
Gracias por ofrecer otra cara de la moneda. Suerte.
Qué bonito relato, sin duda una vocación fuerte si nació de esa manera. Y el final con las preguntas del niño no puede ser más tierno. Además leo el relato oyendo tu voz y es muy emocionante. Felicidades, este lleva tu sello.
Un besazo
Qué alegría, y qué suerte, poder sonreír cuando piensas en lo que estás haciendo con tu vida.
A reflexionar tocan.
Un abrazo y suerte, Amparo
Gran relato, Amparo.
Enhorabuena y suerte a fin de mes.