SUPERVIVIENTES
Manuel de la Peña GarridoLa instructora, embarrada, se encarama a un tronco. Un aspirante se desploma. Lo llevan en volandas al hospital de campaña. En los cercanos manglares, aúllan y gruñen monos y macacos.
La instructora arenga a los demás supervivientes:
-Estáis aquí para solventar marrones, no para crearlos… defender causas nobles, con uñas y dientes, como fieros marines. Afuera os esperan jaurías de lobos; los malvados personajes de “Juego de tronos”, no los blanditos de «La Casa de la Pradera»…
Los aspirantes corean:
-¡Sí, señora!
-Debéis superar la pandemia de fracasos que aqueja a nuestra profesión. Tenéis en vuestro ADN el gen del triunfador. Vais a ganar todas las batallas ¡Y a quien diga “no puedo más”, le meto un meneo…!
-¡Sí, señora! ¡Sí, señora!
-Creo que las pruebas del máster de práctica jurídica se nos están yendo de las manos –confiesa el director del bufete a los socios de Procesal y Competencia.
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Hola, Manuel.
Otra vez nos vemos por aquí, poniendo a prueba nuestra imaginación. Me gustan muchísimo tus supervivientes con ese espíritu de triunfo y de lucha. No creo que exageres al narrar esta historia. He conocido de cerca algo similar y la dureza en los bufetes es tal cual.
Un abrazo, amigo, como siempre te deseo que tengas suerte y te felicito por el voto popular del mes pasado.
Muchas gracias, María.
Yo narro «de oídas», porque tuve la suerte de desasnarme jurídicamente en el despacho del profesor Muñoz Machado, actual Secretario de la RAE, quien nos entrenaba de otra manera, sin torturarnos en la pista americana ni hacernos jugar al «paintball», pero, efectivamente, la escena que planteo quizá no resulte estrambótica, bien mirada.
Muchísima suerte también para ti, Towanda.
Un fuerte abrazo.
Manuel… te he pillado… confiesa!! Cuando no estás escribiendo te dedicas al noble arte de ver la tele!!! je, je…
Me ha encantado! Que chispa tienes!!!
Pero discrepo, en la Casa de la Pradera no sólo había personajes blanditos, recuerda a la señora Oleson y su hija, eran muy malosas ellas (ja, jaaaa…).
Enhorabuena y que tengas mucha suerte!
De momento, subo la cuota de tu marcador!
Un abrazo
Marta
Jajaja. La verdad, Marta, es que no veo tanta tele. Confieso que no he visto nunca «Supervivientes», pero sé que existe. Sí lo hice de pequeño, y aprendí mucho de la caja que entonces no era tonta.
La señora Oleson no era tan mala, un poco envidiosilla, clasista y antipática. Hubo otras maestras de la perversión. Te recuerdo que hay una canción de los Hombres G que dice «Eres más mala que Ángela Channing…» En todo caso, creo que en el libro «The Little House on the Prairie», la narradora, Laura Ingalls, no hace una narración tan almibarada, porque no en vano su familia y vecinos eran colonos.
Mucha suerte para ti también, Martutxu.
Un abrazo.
Un relato ameno y muy divertido, Manuel.
Suerte y un saludo
Muchas gracias, Ángel.
Suerte también para ti y para tus mascotas, Ángel «Durrell».
Manuel, qué bueno!! Y qué bien traídas las palabras clave. Muchas felicidades y mucha suerte!
Muchas gracias, Xavier.
Mucha suerte también para ti y para «Álex».
Manuel, qué divertido el enfoque que le has dado.
¡Me gusta!
Apetece leer un relato que te dibuje una sonrisa (ya tenemos suficientes problemas en qué pensar).
Cómo has conseguido que cambiemos de escenario mental, en unas pocas líneas (del principio del relato al desenlace). Muy bien conseguido!!!!
¡Un abrazo y suerte!
Me alegra mucho, Amparo, que te haya divertido el micro.
Como aprendiz de escribidor, lamento que en la literatura española (no solo en la castellana), donde tenemos antecedentes tales como «El Quijote» o tantas obras de don Francisco de Quevedo, y a diferencia de lo que sucede en otras literaturas, especialmente en la inglesa, no abunde la narrativa humorística; aunque, ciertamente, haya alguna excepción: más de una obra del Cervantes Eduardo Mendoza, por ejemplo.
Muchas gracias y te deseo a ti lo mismo.
Muy muy muy bueno. A mí, de vez en cuando, me falta motivación. Por favor ¿me pasas el teléfono de la instructora?. Suerte
Luego te lo paso por un privado, Ángel. Pero te advierto de que es una dominatrix de armas tomar. Quizá, compañero, fuera mejor opción la de animarte con un buen chute de ricas viandas del restaurante «El Fallo». Allí sí que puedes «vitaminarte» y «mineralizarte», como recomendaban al final de los dibujos animados de Terrytoons (poniéndonos nostálgicos, ya que tú recordabas a «Furia» y a «Colombo»).
Un fuerte abrazo, y suerte para ti también.
;)
XXXXX
Enhorabuena, Manuel. Un mes más nos sorprendes con un relato exitoso.
Me gusta especialmente el punto de vista de tu Supervivientes. Y me hace pensar que los abogados estamos (o deberíamos estar ) en un entrenamiento continuo, aprendiendo siempre, sin perder la motivación y aspirando a ser, en todo momento, buenos profesionales. ¡Qué importante es renovar la ilusión y el compromiso!
Suerte.
Muchas gracias, Eva María.
A veces, somos como esos soldados japoneses que permanecieron a la defensiva en remotas islas del Pacífico, creyendo que la II Guerra Mundial no había terminado. Pero, otras, es más difícil levantarnos la moral que a un entrenador del Alcoyano, porque tenemos miles de enemigos y también sufrimos el «fuego amigo».
Mucha suerte para ti también.
Me encanta tu humor y tu «facilidad» para hilar historias partiendo de las palabras más dispares. No necesitarás un psicólogo para paliar los perjudiciales efectos mentales de los meneos, ¿verdad?
Gracias, Margarita, por tus palabras.
Creo que sí; que necesito una psicóloga, o una «coach», pero no tanto por la guerra que dan las fechorías seudoliterarias, sino para superar los perjudiciales efectos mentales de algunas sentencias, fallos (en los dos sentidos de la palabra) y vivencias en los juzgados.
Si me admites como paciente…
Brillante, como siempre. Ahí va mi voto para ti.
Muchas gracias, Carlos, compañero, por tu apoyo.
Un abrazo.
qué facilidad, Manuel!
Muchas gracias, Hellpop, tocayo.
Y suerte.
El corte final del relato está muy bien, aunque habría que afinarlo. Ten cuidado con las aliteraciones, sobre todo en el párrafo inicial, que provocan un efecto auditivo un poco chocante. Por ahí se te han pasado algún que otro signo de puntuación. Por lo demás, muchas felicidades y que ganes!
Gracias, Luis Enrique, por tu microcrítica, auténtico microcomentario de texto.
Las aliteraciones están buscadas de propósito. Incluso he pretendido hacer alguna asociación de ideas: «enca-rama» y «tronco». Mi intención era plasmar una atmósfera opresora. A ti te resulta «chocante», impresión que a mí, particularmente, me satisface, pues supone un «meneo» (una de las cinco palabras obligatorias) para el lector.
Me gustaría que me dijeras el signo de puntuación que se me ha pasado, para corregirlo, si tuviera oportunidad.
Gracias también por tus buenos deseos.
¡Enhorabuena ganar este mes, Manuel!
– Gracias. «Por ganar este mes» querrás decir.
– Eso haber dicho, gran jefe. How.
Muchas gracias, Manuel.
También en indio (de la Gran Pradera, hablando de verdes esplanadas).
«Explanadas», quise escribir.
Enhorabuena, Manuel por el premio mensual, pero -sobre todo- por este micro sensacional que ha convencido al jurado y que a mí me sedujo desde el principio.
Me alegro mucho por ti, porque te lo mereces por esa constancia y esa calidad que impregnas a tus textos.
Un abrazo grandísimo y disfruta de ese éxito merecido, sin duda.
(Estoy enamorada de tu Sherezade, lo confieso).
Muchísimas gracias, María, Towanda.
Espero que muy pronto te toque a ti, como el año pasado.
Y Sherezade es más tuya que mía. Trabaja sin descanso para ti. De eso no hay duda.
Un fortísimo abrazo.
Enhorabuena, Manuel, por este premio mensual. Totalmente merecido, por cierto. Gracias por tu ingenio, y por tu constancia a la hora de publicar relatos (leo los tuyos con mucho interés). Se ve que Sherezade está muy atareada contigo.
Muchas gracias, Juan.
Es un honor haberte seguido en el podio.
Y no disimules: Sherezade también trabaja para ti.
Suerte este mes y, por supuesto, en la final.