Una prueba muy singular
Germán DelgadoEn un juzgado extranjero, donde se procesaba a un traficante de fauna silvestre por la captura ilegal de aves del bosque amazónico, ocurrió algo realmente extraño.
El fiscal, comprometido en proteger este ecosistema, buscó convencer al juez de la admisión de una prueba muy singular. Y es que una de esas aves, la cotorra, repetía incesantemente el nombre de su captor.
—Su señoría, promuevo como testigo a este animal… —señaló el fiscal con el ave entre sus manos.
“¿Cómo pudo brotar de su mente semejante idea?”, se preguntaba el juez algo preocupado.
Pero luego de algunas objeciones, el tribunal admitió la prueba y la cotorra pasó a declarar. El acusador pidió permiso a “su señoría” para interrogarla, sin imaginar lo que el ave diría en su deposición.
—¿Quién te mantenía cautiva? —preguntó confiado el fiscal.
Quizá de tanto escuchar decir “su señoría”…
—¡Su señoría! —Respondió el ave sin temor.
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Simplemente genial,… mi voto y mucha suerte!!
Muchas gracias colega. Un saludo
Jaja qué bueno! Mi voto para esa cotorra, Germán.
Jajaja mil gracias Eva. Que bueno que te ha gustado. Recibe un saludo.
Qué gracioso el micro, Germán. No sabes cuánto me he reído. También le doy mi voto a esa cotorra «delatora»!!!!!! Jejeje…. Mucha suerte!!!!! Un saludo!!!!!
Muchas gracias Maria Luisa por tu voto y más por tu comentario. Me agradó mucho saber que te hice reir. Un saludo