Ingredientes para un desayuno saludable
María Gil SierraRecuerdo los desayunos de los domingos. Papá presidía la mesa mientras tomábamos bizcochos glaseados con activos o mojábamos los churros en estados financieros. La industria del acero era su mundo y quería que nosotros continuáramos con la producción. Crecimos y ninguno tomó su testigo. Mi hermano, como trabajador social, se dedicó a facilitar la adaptación de inmigrantes y refugiados. Y yo, desde la abogacía, a defender el medioambiente. Poco antes de morir, nos hizo prometer que íbamos a invertir parte de nuestro tiempo en la empresa. Tan cerca y no veíamos la oportunidad. Hasta que Ghada, Mamadou, Ibrahim y otros más formaron parte de la plantilla. Son mujeres y hombres que dejaron sus países huyendo del hambre y de la guerra, en busca de un nuevo futuro.
Nosotros, después de tantos años, hemos rescatado los desayunos dominicales. Pero, en lugar de azúcar, añadimos solidaridad al café. Y sienta mucho mejor.
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También puede echarse azúcar «solidario» al café, ¿no? Aunque ese café ya esté endulzado.
Mi voto. Mucha, y buena, suerte, María.
Jajaja. Un comentario muy ingenioso.
Gracias, Manuel.
Un microrrelato solidario muy bien escrito, que tiene alma.
Me ha gustado mucho, María.
Mi voto y suerte.
Me ha encantado tu relato con esa dosis extra de solidaridad, María.
Te deseo mucha suerte y te dejo mi voto.
Besos apretados.
Ojalá desayunos como el que tan bien plasmas en tu relato, en la forma y en el fondo, abundasen y se multiplicasen por doquier. Enhorabuena por tu micro, mi voto y un abrazo
Tiene una pinta deliciosa tu desayuno, María, de los que nutren y engordan de satisfacción.
Me lo apunto.
Un abrazo