EL CUENTO DE NUNCA ACABAR
Margarita del Brezo El abogado intenta hacerme entrar en razón; el pobre hombre está cansado de este litigio y apenas queda tiempo para cerrar el acuerdo. Pero no hay razón que valga. Ellas siempre se han mofado de mis paseos por el bosque, las muy ladinas. Porque de afables, nada: tienen muy engañada a la gente con sus naricitas perfectas, sus ojos almendrados y sus delicados rizos cubriéndoles la espalda. Cuando el lobo feroz y yo nos registramos como pareja de hecho, sus difamaciones traspasaron los límites de la decencia. Nunca han agradecido que hagamos su trabajo mientras se van de vacaciones para que ningún niño se quede sin cuento de buenas noches. Y resulta que ahora, de repente, les encanta mi caperuza roja y ellas y sus aburridos príncipes azules quieren pactar con nosotros. Cualquier cosa con tal de ganar las próximas elecciones. Pues no. Que se apañen con los tres cerditos.
+8
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Hola escritora… Te comento por aquí y por allí… Tu imaginación vuelve a sorprenderme con ese cuento en el que caperucita y el lobo acaban liados y los príncipes azules se presentan a las elecciones. Tienes una maravillosa habilidad para engañar al más ducho de los mortales y conseguir que se sorprenda y sonría al finalizar la lectura de tus historias. Mi voto… ¡Aquí sí!
Enhorabuena Margarita.
Hola, Guillermo.
Qué bien que tengamos un aquí y un allí en los que poder escribir cuentos de estos que nunca se acaban. Y charlar un ratito. Y comentar. Y hasta votar, que ahora se ha puesto muy de moda.
También podríamos pactar. ¿Pactamos? Da igual lo que sea.
Me alegra que sonrías. Y que te sorprendas. Significa que no todo está perdido.
Seguimos.
Ya tienes mi voto, aunque creo que no te va servir de mucho. Suerte
Claro que me sirve, Esteban. Me alegra saber que has leído mi relato y, además, te ha gustado.
¡Gracias!
Eso eso,… que contraten una ETT y pongan a esos zánganos de los tres cerditos a currar, hasta nunca acabar. Muy buen microcuento el que te marcas este mes, Margarita. Si está de moda votar, ya tienes mi voto y también mis buenos deseos. Un abrazo.
Yo voto, puestos a votar, por que nos contraten a todos; y a ser posible, según mérito y capacidades.
Este año me está costando mucho pasar la criba, lo que significa que tengo que hacerlo mejor. Tu comentario y tu voto me ayudan, ¡gracias!
Un abrazo
Ya no me dejan votarte, mecachis… En fin, hacía tiempo que no pasaba por aquí, pero hoy me he asomado a ver cómo estáis todos los que sois, y me he topado con tu relato, como siempre magnífico. Aprovecho para felicitarte por tus dos premios en el concurso del Colectivo M. J. Peláez, y por tu magnífico libro de micros. Olé tú, Margarita. Siempre es un gustazo leerte. Un abrazo.
El voto es lo de menos si tengo el placer de charlar un ratito contigo, Nicolás. Y saber, además, que te ha gustado es el mejor premio.
Gracias por tus felicitaciones y por compartir alegrías conmigo.
Seguimos adelante, hasta que la imaginación aguante.
Un abrazo y buen verano.