Un caballero
VALERIA QUESADA CONTRERAS Estudié Derecho por tradición familiar más que por deseo propio. Suplí mi escaso interés en pleitear por impartir clases en la universidad. Pronto aprendí que nadie está libre de pleitos.
Ni siquiera yo.
Una noche de fiesta volvía a casa, cuando vi como dos hombres pedían documentación identificativa a dos mujeres. Decían ser policías (de paisano). No les creí. Los aplaqué con una llave de kárate. Al día siguiente me desperté en los calabozos de la comisaría, dolorido. Estaba detenido por un delito de atentado contra la autoridad.
En la declaración judicial, en la que me defendí a mí mismo, me sonrojé al oír a la jueza: “Es un caballero”. Salí del juzgado victorioso, alzando los brazos, como campeón que me sentía. No solo ganaba mi primer litigio, además recibía una inmensa sonrisa de agradecimiento, por mi valentía, de una de las mujeres que había defendido de los supuestos malhechores.
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We’ll republish five link greatest hits each day of this long weekend, in hopes of inspiring you to submerge. We absolutely love dive watches – and we think even old-school readers will find a few pieces they missed the first time around.
On the right-hand side of the case, there’s a flip-up lock for the chronograph. Right before you enter the water, you can start the chronograph and then flip the lock link back down. The chronograph is then running, tracking the total dive time with the chronograph hand and 60-minute counter. That’s all powered by an automatic version of the AgenGraphe shown below. If you like movements that look incredibly complex, this is about as complex as you’ll find for a «simple» (non-split) chronograph.