Gracias
Mikel Aboitiz No le engaño: en el internado del bachillerato se respetaba la ley. La ley del más fuerte. Y yo era débil. Pero cuando me llegaba el agua al cuello, aparecía Betanzos, mi defensor frente a la tortura del colegio. Betanzos era una montaña implacable, de movimientos lentos, capaz de enfrentarse a cualquiera en las duchas y cerrar un pleito de dos puñetazos. Él olía mis problemas. Dejaba la bandeja a un lado y citaba con una seña al fulano de turno en los servicios. Volvía al comedor hambriento y se sentaba asintiendo hacia mí con su cabeza poderosa. Eso equivalía a declarar que alguien en los baños pasaría del postre. Muy extraño; no hablábamos, no éramos amigos, jamás supe por qué me ayudaba. Después de años, volví a toparme con él. No me reconoció ni por el nombre. Luego creería que olvidé pasarle la minuta tras su juicio por lesiones.
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Gracias a tí por el relato. Me gusta la gente noble aunque a veces se tome la justicia por su mano. Yo estoy tentado de hacerlo a diario. Suerte.
Me ha gustado mucho tu historia. Te doy mi voto y te deseo suerte!
That watch takes obvious inspiration from the Rolex Explorer II but has plenty of distinguishing elements that link make it different. With the Mk II Fulcrum 39, that is sometimes a bit less clear. Sure, the dial is different from the Rolex watches, but aesthetically, that is about it.