Imagen de perfilRESPIRACION ASISTIDA

María Dolores Navarro Esteban 

Hoy me pondré la toga para proteger a un elemento vital para la vida con la fuerza de la Ley. No lo citaré a declarar, no hace falta. Su testimonio lo da el aspecto que ofrece su piel tras sufrir la tortura que supone ser arañada día y noche por el usar y tirar de plástico.
Cuando lo conocí en el colegio, mientras el profesor explicaba el ciclo del agua, me cautivó la alegría con que practicaba el escapismo delante de todos, desapareciendo de un sitio, y sin trampa ni engaño, apareciendo en otro con distinta vestimenta. Tenía fuerza, viveza, y sobre todo un nivel alto de oxígeno que le hacía pasar del blanco inmaculado a las insinuantes transparencias en un santiamén. Pero, pocos años después fue perdiendo oxígeno e hidrógeno a tal ritmo, que a día de hoy necesita la asistencia respiratoria de la Ley para seguir viviendo.

 

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