Los renglones torcidos
Alejandra Rusell GiráldezAquella mañana de Julio, el caos entró en mi despacho sin pedir turno, de la mano de mi nuevo cliente.
-Vivo de la escritura, fue su carta de presentación.
-Colaboro en una revista. Tengo una sección de relatos. Hasta ahora todo me iba bien, dice con orgullo y cierta melancolía.
– ¿En qué le puedo ayudar?
Algo extraño está sucediendo. Los personajes de mis historias cobran vida. Una vez creados no puedo controlarlos.
-Prosiga.
-¡Es fundamental que me crea! Suplica.
Tengo denuncias por cargos cuya autoría es de ellos. Desde plagio hasta cosas más graves…
Simulando concentración intento contener la risa, pero lo que dijo a continuación me heló la sangre.
Por eso estoy aquí, doctor. Resulta que yo soy la protagonista de su último relato y me quiere culpar por algo, que como comprenderá, no he hecho.
Usted es psiquiatra, ayúdeme a salir de esta historia, se lo suplico.
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Enhorabuena!! Mi voto para una estupenda historia desbordante de imaginación y de personajes al margen que cobran vida. Un abrazo y mucha suerte.
Muchas gracias por tu generoso comentario.
Creas un universo metaliterario y autorreferencial.
Felicidades.
Gracias Carolina por tus generosas palabras. Un abraciño.
Cuentas también con mi voto.
Gracias!
Enhorabuena, Alejandra. Una historia original sin duda. La voz de los personajes también cuenta en la literatura.
Mi voto.
Qué haríamos sin ellos! jaja. Gracias Juan Carlos por tu comentario.
De nada, Alejandra.
Suerte.
Te deseo mucha suerte, Carolina: cuando el escritor se empeña en hacerte la vida imposible…
Recuerda pedir ayuda también a los personajes secundarios, juegan en tu terreno y se conocen al dedillo las hechuras de los márgenes.
Un saludo y buen verano.
Muchas gracias Margarita por tu comentario. Un abrazo y buen verano para ti, también.
Veo que tu relato se está posicionando muy bien, Alejandra, y tengo que confesarte que la primera vez que lo leí, con las prisas, se me pasaron algunos detalles por alto. Hoy quiero darle un empujoncito a este magnífico relato con mi voto. Suerte y saludos.
Muchísimas gracias José Manuel. Un abrazo.
Me ha gustado mucho el relato, bien traídos esos renglones torcidos…de Dios :)
Gracias por tus palabras. Me he tomado la licencia de inspirarme en Torcuato.