Esquiva memoria
Ander Balzategi JuldainEs su prominente nuez la que actúa como una llave y desatasca mi ofuscado cerebro. Sí, lo reconozco, es mi cliente, el Doctor Gálvez. Me ubico, recupero en cascada mi esencia y mis conocimientos de abogado, recuerdo el incidente que lo trajo a mi despacho, se despliegan en mi mente los archivos y las carpetas que contienen su caso, rememoro el rostro compungido de su mujer en el juicio, incluso recuerdo el veredicto. Pero entonces, ¿qué hace otra vez en mi despacho? Además, mi despacho se me hace ajeno, con esas toallas, este olor tan aséptico, como a lejía, y sobre todo, con ese hombre de nuez enorme mirándome tan fijamente.