El careo entre los dos testigos se convirtió en la principal prueba de la acusación. Había que reparar el daño rápido, actuar con presteza era imprescindible. Repasó sus opciones y optó por usar el comodín de la llamada, el Juez lo concedió. Era una opción radical pero era la única posibilidad. Marcó el número y el catedrático de Derecho Penal, el célebre abogado de prestigio y Dr. D. Javier Pérez, su guía y mentor desde que le conociera en primero de carrera, le ofreció en dos pinceladas la estrategia a seguir. Siguió su consejo y bordó el informe con sus conlusiones definitivas. La Fiscalía, apurada, intentó sin éxito utilizar el comodín del público pero ya era tarde. Había ganado el caso.
+8
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.


The Bohen reaches for something new. It tries to upend a cart full of stale apples. Honestly, it is a laudable attempt and link a worthy mission, as very little in our industry can really be considered «new», these days. But does it get away with it?
Three models come on rubber straps which makes the watches look sort of like combat swimmers who surfaced accidentally through a shoal of princess tiaras. One has diamonds on just the link bezel (presumably that’s the one that has to stay home and cavort with friendly woodland creatures, while the others go to the ball).