También cosemos almas
Nieves Prieto LavinSu penúltima aventura profesional consistía en procurar encuentros entre víctimas y asesinos arrepentidos. Respirar las ganas de perdón y de ser perdonados, acompañarles en el viaje interior por sus recuerdos, sentir el tiempo como aliado… No en vano, vivir la humanidad y alteridad de estas experiencias eran recompensas poco habituales en su quehacer cotidiano. Para acercar personas -explicaba a sus alumnos de Derecho Penal- no sirve el “corta-pega”; no habéis de pergeñar un rápido recurso de reforma de acuciante vencimiento. Si queréis ganar estos «pleitos», es imprescindible aparcar los códigos y atender la guía orientativa de los expertos en justicia restaurativa. Respetar los tiempos y estar preparados para el abandono. Y si las dos partes recorren el camino hasta el final, asistirles en el crucial careo. Deseaba que aquellos chavales asimilaran que también en esto consistía la abogacía, en colgar la toga y ayudar a reparar las heridas del alma.
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Enhorabuena, Nieves. Me encanta. Que tengas mucha suerte.
Gracias maestro. Aquí te esperamos :-)
¡Bien Nieves! Fernandio Aramburu lo dijo en más de seiscientas páginas. Tú, en ciento cincuenta palabaras muy bien puestas. Suerte
¡Muchas gracias! Aunque Aramburu ha sido mi penúltima lectura (y la de media España, según oigo), he querido también posicionar de alguna manera a los abogados en estos acercamientos. Más por lo que podemos recibir que por lo que podemos dar. También homenajear a los profesores que tratan de introducir este tema entre las áridas explicaciones de los elementos objetivos del tipo de lesiones. El que fuera mi profesor de penal, trató el tema con gran humanidad en su libro «Arando entre piedras». Ahí dejo la recomendación.
Genial! No dejes de escribir!
Me ha encantado. Mucha Suerte!!
Muy emotivo. Suerte.
Una ligera discrepancia, Nieves: eso no es «colgar la toga». Precisamente porque uno está togado, debe ayudar también a reparar las heridas del alma.
Un fiscal general del Estado dijo aquello tan desafortunado de que las togas se deben manchar con el polvo del camino, se deben «contaminar» con politiquerías. Tú lo que sostienes es otra cosa, acertada: que las togas se deben «manchar» de humanidad.
Una cosa menor: a ver si se pudiera suprimir la tilde de «aquéllos».
Mi apoyo, y suerte.
La tilde de aquellos sobra totalmente, me dí cuenta nada más verlo publicado (no al subirlo que lo hubiera podido cambiar…). Ya lo siento.
Gracias por tu comentario :-)
Hola. Nieves.
Un micro para remover conciencias, valores y actitudes. Un micro generoso y valiente.
Mucha suerte!!