Hipocondríaco
José Luis Barros JustoAquel joven abogado era un iluso y un ególatra consumado. Los dos verbos que manejaba con soltura eran Ser y Tener. Creyó que su convalecencia sería corta y que al final saldría victorioso. Cuando el especialista le comunicó el diagnóstico, le faltó tiempo para repudiar la idea y contestar al galeno con una amenaza de demanda civil. Menos mal que la gripe se curó sola, a los siete días.
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Hola, José Luis. Tu relato resume en pocas palabras el «problemilla» del abogado. Claro y conciso, me gusta.
Te envío mi voto y un abrazo.
Gracias Ana Isabel. De eso se trata de un microrrelato, así que cuantas menos palabras mejor… JEJEJE.
Otro abrazo (enorme)
Está bien el uso de pocas palabras, pero hay que contar algo que sorprenda al lector. Perdóname, pero tu micro te ha salido algo flojo.
Saludos.
Oh, no hay porque pedir perdón. Gracias por tu comentario, intentaré mejorar en el futuro.
je je, muy bueno. Mi voto, y ánimo.