Mamá abogada
Nieves Prieto LavinNuestra mamá tiene cuarenta años y es abogada. Dice que no es amable que refiera su edad ni que hable de sus cosas pero me gustaría contar hoy su manía de meternos los conceptos jurídicos hasta en la sopa.
Cuando en la cocina se quema algo porque la distraemos invoca el dolo eventual y se sacude las culpas; si echamos mal las cuentas y nos quedamos con céntimos de algún colega, nos sale con el enriquecimiento injusto; si remoloneamos con algún trato para comer judías verdes arquea las cejas y advierte: «pacta sunt servanda”. Su último castigo consiste en firmar cien veces en papel y escribir después “por centuplicado y a un solo efecto”. Y así con todo.
Cuando la miran raro explica que hay que gestionar a los hijos para que sean ciudadanos avanzados en el conocimiento de sus derechos y obligaciones. A lo mejor no le falta razón.
+19
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Un relato original y divertido, y desde luego lleno de razón. Enhorabuena y mi voto.
Muchísimas gracias. En esta ocasión la inspiración vino de la palabra “cocina”. Una nunca sabe cómo le van a venir las historias…
A lo mejor no le falta razón… ¡Qué bien has montado el micro, Nieves!
Grandísima historia.
Un abrazo y suertísima.
Muchas gracias!!!! Y qué ilusión vuestros comentarios.
Yo estoy flipada con los siameses…
ja, ja ja . Un estupendo y divertido micro. Les veo pedir un refresco a mamá, con la venia por delante. Mi voto. Suerte, amiga.
Todo llegará…
Mil gracias.
Estoy convencido de que nos iría mejor si aprendiéramos a escribir copiando aforismos y latinajos jurídicos; si las cartillas estuvieran plagadas de cosillas propias del Derecho; si en vez de leer cuentos de «Pepito, aviador» o «Pepito, policía», nos deleitáramos con «Juanita, abogada»…
Suerte, Nieves.
Muchas gracias Manuel. ¿Qué mejor manera de enfocar el bullying sino desde el alterum non laedere? :) Si es que está todo inventado…
Me he reído con tu relato Nieves. Mi voto y mucha suerte.
Muchas gracias Almudena!
Si yo hubiera tenido una mamá cómo esta tuya, «otro gallo me cantaría». ¿Ves? Hubiera podido meter un latinajo de los vuestros en lugar de un ave de corral (y que conste en acta que lo digo en serio).
¡Eso, eso! ¡Qué conste en acta!
Gracias Margarita, un abrazo.