Abogacía Científica
Carlos Rísquez PalomaresAños de minucioso trabajo me habían permitido desarrollar una sofisticada técnica denominada Abogacía Científica, que lograba ganar casi cualquier caso uniendo la metodología jurídica y científica. De esta manera, había inventado una técnica de interrogatorio infalible en la detección de mentiras a la hora de testificar. También había creado una caja capaz de analizar cualquier prueba mediante ultrasonidos. Un potente software que combinaba ingentes bases de datos de jurispriudencia e inteligencia artificial generaba recursos que jamás habían sufrido una inadmisión. El punto culminante era una técnica ultrasecreta de gestión económica que me había permitido cobrar mis honorarios a tiempo y sin fallo alguno. El sueño de todo jurista… hasta que llegó el día fatídico. Una alarma se encendió en mi ordenador alertando de una incidencia grave. Lloré y maldije cuando descubrí el impago de 15 meses que echaba abajo todo mi gran proyecto. Maldito Turno de Oficio.